Riesgo de «biscotto» en el Dinamarca-Francia

Lo correcto sería decir tongo o pasteleo, pero en el fútbol se conoce como «biscotto» a lo que puede pasar hoy entre Dinamarca y Francia en el estadio de Luzhniki de Moscú. Se enfrentan, pero a los dos les conviene el empate, así que antes de abrir el partido a la incertidumbre de las hostilidades, ambos equipos podrían encontrar un fuerte incentivo para repartir los puntos. Didier Deschamps, el técnico francés, no quiere ni oír hablar de esto y prometió un juego «sin ambigüedad». «Queremos ser primeros», dijo, pero a algunos jugadores como Sidibé ya se les escapó que lo que no quieren es cruzarse con Argentina. Dinamarca algo sabe del «biscotto». El término lo generalizaron en la Eurocopa de 2002 los periodistas italianos para describir, precisamente, un empate entre Suecia y Dinamarca que les perjudicaba. Su entrenador, el noruego Age Hareide, bastante tuvo ayer con matizar unas palabras de hace unas semanas en las que criticaba a la Francia de Deschamps. Sonaron mal porque la comparaba con la Francia de Zidane, «el mejor equipo de la historia», explicó generosamente. Fue interesante su rueda de prensa. El seleccionador danés reconoció que el mejor fútbol del grupo lo hizo Perú y que Eriksen, su estrella, puede cambiar un partido dejando en poca cosa cualquier planteamiento del entrenador. De Eriksen siempre se dice que es el nuevo Laudrup, sin reparar en que el nuevo Laudrup ha sido Iniesta. Rotación en Francia En Francia habrá cambios aunque se mantendrá la columna vertebral del equipo. Entran algunos jugadores que hasta el momento no han tenido oportunidad. Allí lo llaman los «coiffeurs». Los peluqueros. El origen está en una expresión de Luis Fernández y se dedica a los suplentes que pasan el mes aburriéndose en una concentración. Nuestro gran «coiffeur» sería el portero Reina. No hemos adoptado aun esa palabra francesa y tampoco tenemos para ese concepto una palabra específica. En cualquier otra selección, la entrada del batallón de suplentes reduciría el interés, pero la plantilla de Francia es demasiado rica. Mañana entrarían Nzonzi, el portero Mandanda y debutaría Thomas Lemar, el nuevo fichaje atlético. Ante un partido de transición, hay que hacer notar la reciente susceptibilidad a la crítica de algunas estrellas francesas como Pogba o Mbappé. Algo ya común en estos torneos: los actores criticando a los críticos.

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