Garbiñe Muguruza ya está en cuartos. De una forma extraña, sin jugar y con una sensación rara en la cabeza. «No es la mejor forma de pasar, siempre quieres ganar jugando el partido, con el apretón de manos, pero es una victoria y así lo voy a tomar», se destapó la tenista, aceptando el «regalo». Ya desde el principio del día Muguruza sintió que su partido iba a terminar tarde. Programado para el último turno de la Suzanne Lenglen se temió muchos partidos a cinco sets, como así realmente ocurrió. Así que durante un par de horas se dijo que jugaría finalmente en la Philippe Chatrier, dado que la jornada iba más rápida y las nubes amenazan cada día en París. Al final, salió a la Pista 1 para disputar su encuentro de octavos contra Lesia Tsurenko. Pero no llegó ni a sudar. Terminado el calentamiento, Muguruza rompió enseguida el saque de su rival y allí la ucraniana se paró. Un tirón muscular en la pierna izquierda la obligó a llamar a la fisioterapeuta, y a pesar del masaje y la salida al vestuario para tratar la dolencia, solo aguantó un juego más. Retirada y victoria para Muguruza, que se enfrentará a Maria Sharapova, quien tampoco jugó porque se retiró Serena Williams sin siquiera saltar a la pista. «Creo que si hay alguna ventaja en esto es que el cuerpo tiene menos cansancio, y estoy contenta de cómo ha ido el torneo hasta ahora», admitió la española. Ha jugado tres veces contra Sharapova y ha perdido las tres: Roma 2013 (6-2 y 6-2), Roland Garros 2014 (1-6, 7-5 y 6-1) y el Masters de Canadá 2014 (4-6, 6-3 y 6-1), pero del último encuentro ha pasado mucho tiempo y esta Muguruza está en París con más fuerza que nunca, y con dos Grand Slams en la mochila. «Tenemos las dos un estilo agresivo así que la clave será en quién puede tomar la iniciativa. Hace tiempo que no juego contra ella y han cambiado muchas cosas desde el último partido. Son unos muy buenos cuartos de final y me apetece mucho jugar. No veo ninguna favorita».De Deportes https://ift.tt/2kR6KBn
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