La cuarta primavera más lluviosa del siglo aún seguirá otra semana

Dice el refrán: «Llueva abril y mayo aunque no llueva en todo el año». Y también «La lluvia de la primavera alegra la cartera». Sin entrar en el fondo de ambas sentencias, de lo que no cabe duda es de que la primavera en Madrid está resultando más lluviosa de lo habitual. Desde marzo a mayo, y aún en los primeros días de junio, las precipitaciones se han hecho fuertes en la región, donde se han vivido meses considerados entre los más lluviosos del siglo. Y aún nos queda, al menos, una semana más de lluvias. Los datos de los últimos tres meses son concluyentes: la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) califica marzo como «extremadamente húmedo» en todos los observatorios. Los días peores Abril fue «muy húmedo» y destacan picos como 7,2 litros caídos en 10 minutos el 15 de abril en Somosierra. Mayo fue el cuarto más lluvioso del siglo -tras los de 2004, 2007 y 2008- en Retiro, donde llovió uno de cada dos días, y hubo precipitaciones de casi 10 litros por metro cuadrado en sólo 10 minutos los días 7 y 25 de mayo. La precipitación mensual más alta en esta estación desde 1920 se dio en marzo: se alcanzaron los 140,7 litros por metro cuadrado. Y Navacerrada vivió su «pico» máximo de días de lluvia en mayo: 23 jornadas de precipitaciones. Sólo son algunos ejemplos de una situación que está obligando a continuar llevando paraguas en junio. Según explica Delia Gutiérrez, portavoz de la Aemet, «la primavera meteorológica ha traído un marzo muy invernal, un abril de transición pero con muchas tormentas y chubascos, y una línea de inestabilidad que se ha mantenido en mayo». El anticiclón de las Azores este año «no entra en la península», se queda sobre el Atlántico, y «permite que se “descuelguen” borrascas» de zonas más frías No son, afirma, lluvias anormales, aunque nos lo puedan parecer porque «el mayo de 2017 fue muy cálido y seco». El problema parece estar en el anticiclón de las Azores, que este año «no entra en la península», se queda sobre el Atlántico, y «permite que se “descuelguen” borrascas» de zonas más frías del norte. Las predicciones vaticinan de nuevo lluvias para la próxima semana. «Tal vez luego cambie la tónica». Pero las abundantes precipitaciones están teniendo otra consecuencia: los embalses de Madrid se encuentran en niveles muy altos: superan el 92,3 por ciento y han acabado mayo con un volumen de agua embalsada de 857,854 hectómetros cúbicos, según el Canal de Isabel II. Una situación sensiblemente mejor que la que se vivía al inicio de la primavera: al arrancar marzo, los embalses se situaban al 50,6 por ciento de su capacidad. Estaban a 18 puntos por debajo de los valores medios, y ahora se encuentran casi 10 puntos por encima de la media de los últimos 20 años.

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