viernes, 12 de enero de 2024

La amarga aventura de Benzema en Arabia Saudí

Veintiséis de diciembre. King Abdullah Sports City, Yeda. «¿Cómo estás?, le pregunta Cristiano , sonriente, a Benzema , mientras se abrazan cariñosamente en el túnel que les lleva al terreno de juego. Son los instantes previos del partido entre el Al-Ittihad y el Al-Nassr, cita de máxima rivalidad en la liga saudí, y ambos se reencuentran en un partido oficial cinco años y medio después de la marcha del luso del club blanco, donde fueron protagonistas de la mejor etapa de la historia moderna del Real Madrid. Karim asiente con la cabeza, dando a entender que todo iba bien, y Ronaldo le pregunta si le está gustando la experiencia en Arabia Saudí : «Diferente, ¿a que sí?». Karim vuelve a asentir, pero sin demasiada expresividad. «Y tú, ¿qué tal estás?», le dice el galo a Ronaldo: «Bien, muy tranquilo», contesta. Esa fue la última vez que se vio a Benzema en el país. La estrepitosa derrota ante el equipo de Cristiano (2-5) empeoraba aún más la mala temporada del Al-Ittihad, séptimo en la tabla con 28 puntos, a 25 del líder, el Al-Hilal, y a 18 de Al-Nassr, sus dos grandes rivales. Un doloroso revés que inundó los medios del país de críticas muy duras hacia Benzema, que decidió cerrar sus redes sociales y pedir permiso al club para marcharse de Arabia antes de lo previsto . Hasta febrero, con motivo de la Copa de Asia, la liga saudí está paralizada y los jugadores disfrutan de vacaciones hasta la tercera semana de enero. No era el primer disgusto de Benzema en su aventura saudí, que en estos cinco primeros meses no está siendo todo lo cómoda y agradable que él pensaba y deseaba. Se está llenando los bolsillos, tras haberlo ganado todo en la élite europea, pero hay cosas que no le acaban de convencer: «Benzema es una persona especial, complicada de gestionar», explica una persona que trabajó con él en Madrid durante muchos años. «Él se va por dinero y, también, para vivir una nueva experiencia, pero una vez allí se siente muy controlado y observado . Quien conoce mínimamente a Benzema sabe que eso no le gusta nada», añade. Salida del Madrid Karim transmitió a su gente de confianza que sentía que no fiaban de él e, incluso, llegó a insinuar que habían contratado a personas para que le siguieran las 24 horas del día con el objetivo de saber qué hacía y qué no hacía antes y después de los entrenamientos y de los partidos. Pero fue solo eso, una sensación que en ningún momento fue a más, seguramente fruto del descontento por el excesivo control que él entiende que tiene. Benzema llegó al final de la temporada 2022-23 con la idea de renovar un año más con el Real Madrid y después cerrar su carrera con una jubilación dorada, aprovechando el boom saudí. Entendía que, deportivamente, una vez que ya había anunciado su adiós de la selección francesa y que con el club blanco lo había ganado todo, vivir una nueva experiencia era la mejor decisión, pero prefería aplazarla un año, hasta 2024. El problema es que no hubo acuerdo con Florentino Pérez. Él quería que se le pagara más en su último año de contrato y la entidad merengue, como ha hecho en los casos de Modric y Kroos, le ofrecía el mismo dinero que estaba cobrando hasta ese momento. Fue ahí cuando apareció la propuesta del Al-Ittihad, de 100 millones de euros por temporada y contrato hasta 2026 . «Gana mucho más que eso gracias a la publicidad que está haciendo allí de distintas marcas locales», cuentan en el país saudí. «Soy musulmán y creyente, así que era importante para mí estar en un país musulmán. Tengo ganas de vivir aquí», explicaba Benzema el día de su presentación, un deseo que ahora no es tan fuerte. La vida fuera del fútbol es poco atractiva en este país. Calor excesivo, poco ocio y una cultura muy estricta . Karim es musulmán, pero también le gusta disfrutar la vida y pasárselo bien, como hizo en Madrid durante los catorce años que estuvo viviendo en la capital de España. No todo es trabajo. «Cree que en Arabia está atado en corto», explica gente de su entorno. Noticia Relacionada Fútbol reportaje No El apagón de Gabri Veiga, el jugador de 21 años que vendió su futuro al agente Zahavi por cuatro millones de euros para acabar en Arabia Rubén Cañizares La gran promesa del fútbol español se fue sin decir adiós del grupo de WhatsApp del Celta, despidió por mensajería a sus representantes de toda la vida y renunció al competitivo fútbol europeo por 24 millones netos en tres temporadas Además, Benzema está cansado de las duras críticas que recibe por parte de los medios de comunicación y de un sector de aficionados que le responsabiliza de la mala situación deportiva de Al-Ittihad. Quedan aún cuatro meses de competición, pero el equipo ya no tiene ninguna opción de pelear la liga ni, tampoco, de luchar por los puestos que den acceso a las competiciones internacionales de Asia de la próxima temporada. Además, su participación en el Mundial de Clubes fue decepcionante, cayendo ante el Al-Ahly egipcio (3-1) en un partido en el que Karim falló un penalti, y solo han cumplido con el mínimo exigible pasando la fase de grupos de la Champions asiática. «Aquí la apuesta por él es total, pero ya sabéis cómo son los árabes. Quieren resultados, y rápido, y eso no lo está logrando Benzema », explica un empleado español de la Federación saudí. Los números de Karim no son malos, 15 goles y 5 asistencias en 24 partidos, pero en Arabia entiende que no se le paga lo que se le paga, ni se le ha fichado por uno de los cuatro equipos controlados por el PIF, el Fondo de Inversión Público del país, para que el Al-Ittihad deambule con más pena que gloria por el campeonato doméstico. «No se arrepiente de haber venido, como se ha publicado en algunos medios, pero no es lo que se imaginaba antes de venir », explica otra persona que formó parte de su entorno en Madrid. Mal rollo con Nuno A Benzema le está pesando el haber salido ganador del pulso con Nuno, su entrenador en el Al-Ittihad hasta el pasado mes de noviembre. El técnico portugués nunca pidió su fichaje y ni siquiera le nombró capitán. Además, con el paso de las semanas, entendía que Karim se entrometía demasiado en sus decisiones, extralimitándose en sus funciones. Esa tensión generó más de una discusión importante entre ambos y Benzema no vio otra salida que dar un ultimátum a los dueños del Al-Ittihad. O Nuno o él. La convivencia era imposible. Los jeques, evidentemente, acabaron bajando el pulgar de Nuno, pero la llegada de Marcelo Gallardo tampoco ha supuesto una mejora deportiva, a pesar de haber calmado los ánimos de Benzema. Las acusaciones desde Francia, tras pronunciarse públicamente en su cuenta de X (antes Twitter) sobre los bombardeos de Israel en Gaza , en las que el ministro de Interior galo le acusaba de estar vinculado al grupo terrorista 'Hermanos Musulmanes' , fue otro disgusto más que nada tiene que ver con su vida en Arabia, pero que le hizo daño a nivel personal. Un ámbito, el de su vida privada, que tampoco le está ayudando a tener estabilidad deportiva y emocional en Yeda. Como contó en exclusiva este periódico, Karim fue padre de su cuarto hijo el pasado año . La madre es Jordan Ozuna, una modelo estadounidense de 33 años. Un miembro más de una familia, digamos, peculiar. Benzema tiene otros tres hijos. Ibrahim, fruto de su relación sentimental con Cora Gauthier. Y Meliá y Nouri, niños dado a luz por Chloe, cuya relación terminó en el verano de 2022 tras conocer Benzema a Jordan y quedarse esta embarazada. Ahora, este triángulo amoroso está viviendo un nuevo capítulo. Karim, que se vino a Arabia solo porque Jordan entendía que no era el mejor plan para ella y su bebé, ha sido fotografiado estas vacaciones junto a Chloe en Isla Mauricio. Otro capítulo más de la agitada vida sentimental de Benzema justo cuando no pasa por su mejor momento en Arabia. Así es la aventura saudí de Karim.

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