Nueva Zelanda abruma a Argentina en su camino a la final

A veces los deseos pueden ocultar la realidad. Y aunque en el mundo del rugby existiera el sueño de que Argentina llegase a la final de un Mundial, el que tuvieran enfrente a Nueva Zelanda lo convertía en toda una pesadilla . Los 'All Blacks' son el equipo más famoso por algo y no están dispuestos a que nadie les baje del pedestal antes de tiempo. Ayer se enfrentaban a la posibilidad de acceder a su quinta final mundialista y sabían que estaba en su mano conseguirla. Por eso, aunque los pumas salieron sin miedo, conocedores de que su única baza para ganar a los tricampeones del mundo era sorprenderles con su propia medicina, la receta no tuvo éxito. Jugaron a la mano, se plantaron en territorio rival sin ningún miedo y, de hecho, abrieron el marcador con un golpe de castigo para ponerse con ventaja (0-3). Pero ahí acabó todo . A partir de ahí los kiwis se pusieron las pilas y una vez superado el susto inicial comenzaron a hacer lo que mejor saben: jugar al rugby. Con mucha fluidez en ataque fueron ganando metros y así se pusieron en disposición de ensayar en la línea rival. Los argentinos, que no cejaban, mantenían un dominio territorial que luego no se transmitía en puntos ante la calidad de sus rivales. Al contrario, estos se replegaban y salían en estampida en cuanto tenían opción, con el talento necesario para lograr irse con ensayos cada vez que se acercaban a la zona de marca. Nadie puede negar el coraje de los albicelestes pero esa no era la mejor estrategia ante unos 'All Blacks' que lanzaban sus aguijones certeros y se marchaban de la línea del rival con puntos cada vez que se acercaban. La calidad de sus estrellas saltaba a la vista y las infracciones australes solo servían para que aumentase la cuenta en el marcador. El resultado al medio tiempo fue de (6-20) y a esas alturas ya nadie pensaba en el milagro. Había quedado patente la sensación de que nadie iba a parar a Nueva Zelanda en su camino hacia la final. Era un toro demasiado duro de lidiar. El partido, decidido a la mitad En la reanudación los kiwis salieron dispuestos a no dejarse sorprender y, ora con velocidad, ora con poderío de delantera, fueron esayando con fluidez. De la mano del mágico Aaron Smith y con la finalización de Will Jordan , el partido quedó decidido con más de medio tiempo por delante. Cómo lo vería de claro Ian Foster que a los quince minutos ya empezó a reservar a sus estrellas para el último partido del próximo sábado. Y es que las ganas de lograr su cuarta copa Webb Ellis y de situarse en solitario en lo alto del escalafón (ahora lo comparte con Sudáfrica) hace que esté preparando con mimo su asalto a la historia. Hoy, en el mismo escenario parisino que acoge estas semifinales mundialistas , Inglaterra y Sudáfrica se disputan la otra plaza disponible con claro favoritismo para los 'Springboks'. No obstante, los británicos aspiran a dar la sorpresa de la mano de la genialidad de sus tres cuartos.

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