viernes, 29 de marzo de 2024

El compromiso y la ambición pueden más que los recortes (73-78)

Ambición, compromiso, unión y voluntad de superación. Todos esos intangibles los conjuga el Betis Baloncesto , que ante los recortes obligados para su viabilidad que esquilman recursos y potencial, no pliega velas. Tampoco baja los brazos ni se conforma . Ha optado por seguir batallando, impertérrito, hasta el final, buscando el play off de ascenso. Lo tiene entre ceja y ceja. Lo persigue como si del Santo Grial se tratara. Ese deseo es su alimento diario. Este Viernes Santo, después de una durísima semana en el club con seis despidos entre personal de oficina, staff técnico y jugadores (Wembi) , el equipo de Savignani se ha rehecho con personalidad y entereza para dar un golpe en la mesa ganando en la cancha del octavo clasificado, el HLA Alicante. Un triunfo de oro por todo lo que significa . Por su valor y por el momento, también por el modo de conseguirlo. Un grito de rebeldía y compromiso como respuesta a la crisis económica. El Betis orilló las excusas y se aplicó en el trabajo defensivo , excelente, para acabar la semana con una sonrisa de oreja de oreja. La que esbozaba Joaquín Rodríguez al término del choque. Otra vez, como si del Día de la Marmota se tratara, el uruguayo y Polanco sumaron 45 puntos, como ante el Rioverde Clavijo , sólo que esta vez con los papeles cambiados: 19 para el caribeño y 26 para el charrúa. Faggiano se alió con ambos (18 puntos) y Berzins, en el primer día sin Wembi , acompañó con un buen partido (11 puntos y cuatro rebotes) en los tableros. Pronto quedó patente que el juego del Betis orbita en torno al triángulo Faggiano-Polanco-Joaquín Rodríguez . Son las turbinas del equipo. A una defensa bien sellada le halló resquicios inesperados el Betis, que anotó cuatro bandejas seguidas y elevó el colchón hasta los siete puntos (12-19) gracias a un robo de Joaquín Rodríguez y un triple, bien defendido y cayéndose, de Polanco. Antonio Pérez, exverdiblanco, le puso picante al perímetro local con el ingreso de Harris mientras su equipo seguía empeñado en anotar de tres en tres. Savignani retocó la estructura metiendo a Dedovic y dándole un respiro a Joaquín Rodríguez. ¿Cómo se dosifica el esfuerzo de los pilares del equipo cuando son tan necesarios? Sin el uruguayo ni Polanco, el Betis perdió mucha chicha. Atrás y delante. La pérdida de hombres capitales como Wembi la acusa cuando el técnico mueve el banquillo. Aflojó en defensa y el Lucentum empezó a jugar con mucho más dinamismo, abriendo el campo . La diferencia se redujo casi al mínimo (25-27) hasta que Harris igualó con un canastón. Savignani, que ya había reactivado a Polanco y Joaquín, paró entonces el partido. El parcial del segundo cuarto (12-5) lo exigía. La defensa se derretía por momentos. Agujeros por doquier, pérdidas y ración de tiros liberados del Lucentum. Los candados, reventados. Davison culminó la remontada (30-27) cuando el partido era ya un cuerpo a cuerpo. Con el regreso de Almazán y DeBisshop se puso de nuevo el Betis el mono de trabajo, pero el equipo no tenía antídoto para el factor desequilibrante de los alicantinos: Davison, que se disparaba a los 13 puntos (35-31). Ventaja al descanso Entre Polanco y Joaquín se las ingeniaban para mantener a su equipo al rebufo alicantino. A menos de un minuto del descanso, el charrúa sacó el tarro de las esencias: a un dos más uno imposible y el yerro en el tiro adicional, le siguió un triple tras rebote de ataque de Almazán . Supo sufrir el Betis para marcharse al receso por delante (37-40). De esos 40 puntos, 26 llevaban la firma conjunta de la sociedad charrúa-dominicana, que cotiza al alza. El Betis, además, dominaba con autoridad el rebote (16/9). Un elemento clave, luego decisivo. Gudmundsson impulsó al anfitrión tras el intermedio (42-40) en lo que pareció un inicio desangelado del Betis. Nada de eso. Enseguida se apretó las clavijas defensivas, activó las piernas, cerró pasillos y asfixió a su rival, que aceptó el reto . Joaquín Rodríguez sacaba a relucir su don de la ubicuidad y sus habilidades 'cleptómanas' robando balones y exprimiéndose atrás, trabajando por el equipo (42-47). Fue quitarlo de la pista para darle un minirespiro y que el Betis encajara un 4-0. Ni Dedovic ni Kuksiks ayudaban entonces en la medida que lo necesitaba el equipo. Con la rotación, el Betis perdía pie y el partido se adentraba en un terreno de igualdad absoluta . Un toma y daca sin cuartel, con Joaquín pegándose los galones del Betis al pecho (tenía un visible arañazo en su brazo izquierdo que mostró a los árbitros) y Faggiano, más discontinuo, reapareciendo en escena. Una pérdida verdiblanca la castigó con un triple el Alicante para abrochar el tercer cuarto (53-53). El Betis apretó entonces el interruptor de Polanco (53-57) mientras el Alicante se ponía en manos de Davison y Kostadinov. El canchero Joaquín, de tres, elevó a 22 su casillero de puntos y a siete la renta albiverde (53-60), poniendo en un brete al Lucentum. La suerte del partido pasaba definitivamente por la defensa. Tocaba subir el nivel un poquito más . Faggiano enchufaba, pero Davison replicaba y seguía sumando, metiendo ya hasta triples de ocho metros (63-65). En ignición estaba, desatado el estadounidense. Polanco lo desafiaba aplicando la misma medicina (65-71) y luego pecaba el del Bronx de exceso de confianza. Su triple no tocó ni el aro. Una chufa que se le perdona. LEB Oro Ficha técnica HLA Alicante (15+22+16+20): Adriá Rodríguez (-), Davison (28), Gudmundsson (12), Kostadinov (10), Barro (8) -quinteto inicial-; Harris (6), García (-), Bercy (2), Balint (5), Hook (2), Ventura (-), Tiago Dias (-). Real Betis Baloncesto (22+18+13+25): Faggiano (18), Polanco (19), Joaquín Rodríguez (26), Almazán (3), DeBisschop (1) -quinteto inicial-; Hanzlik (-), Domènech (-), Dedovic (-), Berzins (11), Kuksiks (-), Fevry (-). Árbitros: De Lucas, Gómez Luque, Langa de Martín. Sin eliminados. Vigésima séptima jornada de la LEB Oro. Pabellón Pedro Ferrándiz. Faggiano, a menos de dos minutos, restablecía los siete de ventaja (66-73) cuando ya al HLA Alicante le podían las prisas, aunque seguía jugando largo porque el Betis no le dejaba hacer otra cosa. Hacía un rato que Savignani no movía el banco. Polanco, Joaquín y Faggiano superaron la barrera de los 33 minutos . Para seguir siendo competitivo y ganando, es lo que toca. Exprimir los recursos. Con el cinco inicial apuró el Betis hasta un final presentido pero sólo cerrado cuando, tras dos libres errados por Barro y una gran defensa (otra más) verdiblanca, Joaquín puso la sentencia oficiosa desde el 4.60 (68-76) antes de una sucesión de tiempos muertos que alargó la agonía alicantina. La número trece ya luce en el casillero del Betis, que se agarra a la novena plaza en tiempos muy difíciles. Con la derrota del Ourense en Fuenlabrada (76-66), ya le saca además una victoria a los gallegos.

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