viernes, 8 de marzo de 2024

El Barça gana al Mallorca a la espera del Nápoles

PESTAÑA j28-barcelona-mallorca-liga23/24 Crónica 4 Raphinha y Joao Félix entre líneas. Lamine Yamal contra una defensa de cinco. Marc Guiu, el nuevo 9 del Barça , a examen. A Lewandowski la Liga le dio un premio al mejor jugador del mes que parecía un Satisfyer. Pobre entrada en Montjuic, hasta Deco llegó tarde y Rafa Yuste tuvo que hacer las entrevistas pre partido. El delegado del Barça, Carlos Naval, con Xavi sancionado, fue el encargado de saludar al técnico rival, Javier Aguirre. Dio la sensación de que el mexicano no tenía ni idea de quién le estaba saludando. Cubarsí empieza a jugar todos los partidos, luego nos preguntaremos por qué se lesiona tanto. Barcelona 1-0 Mallorca Jornada 28 de la Liga Barcelona: Ter Stegen; Kounde, Iñigo Martínez, Cubarsí, Cancelo; Christensen, Gündogan (Oriol Romeu, min.87), Raphinha (Fermín, min.37), Lamine, Joao Félix (Vitor Roque, min.62) y Marc Guiu (Lewandowski, min.61). Mallorca: Rajkovic; Giovanni, Nastasic, Raíllo, Copete (Radonjic, min.83), Lato (Jaume Costa, min.71); Darder (Antonio Sánchez, min.71), Samu Costa, Morlanes (Dani Rodríguez, min.61); Larin (Abdón, min.82) y Muriqi. Goles: 1-0, min.73, Lamine Yamal. Árbitro: Iglesias Villanueva (C. Gallego). Amonestó a Iñigo Martínez (min.53) por parte del Barça. Y a Samu Costa (min.86) en el Mallorca. El Barça empezó con ritmo pero sin crear ocasiones , en la línea de su tradicional control estéril. El Mallorca estaba como ausente pero sin sufrir. Si el partido hubiera sido amistoso no se habría jugado con menos intensidad ni compromiso. Los centrocampistas visitantes no hacían conducciones aventuradas y con sus asistencias en largo no perdían nunca la posición, de modo que el equipo no se descomponía y a los del hermano de Xavi les costaba encontrar espacios. El Mallorca es además el típico equipo con gran capacidad para tapar todas las líneas de disparo del rival. El Barcelona en ataque era la tarjeta de visita que dejas con la idea de que si han de recibirte, sea otro día. Fútbol de sí pero no, sin luz, sin interés, aburrido. El Mallorca tiene el mérito de, sin ser gran cosa, saber a qué juega. Logra lo que se propone, aunque sea al precio de un gran tedio. Pese a tal sopor, esta temporada mejor, finalistas de la Copa. Copete le hizo un penalti involuntario a Raphinha, pero penalti . El VAR le mostró las imágenes al árbitro y lógicamente lo pitó. El defensa mallorquín ni se tomó la molestia de discutir la obviedad. Lo chutó Gundogan, muy mal, y lo falló . Es muy triste ser del Barça en este incipiente 2024. El Mallorca, sin hacer nada particularmente exultante, continuaba defendiéndose en orden y tapando cualquier intento de disparo local. El Barcelona, como un viejo país ineficiente, topaba con los límites de su agotamiento burocrático. Muriqi pudo marcar de cabeza pero se le fue por poco. Cubarsí a la media hora evitó el gol de Larin . Raphinha, cojo, fue sustituido por Fermín. El Barça corría pero hacia atrás, Lamine Yamal no desequilibraba en el uno contra uno no y tenía muchos accidentes. Resbalones absurdos. Tontos balones perdidos. Impaciencia en el público local, que levemente empezó a silbar a su equipo. Era difícil hacer una lista completa, por extensa, de todo lo que le faltaba al Barça, que sistemáticamente moría estrellado contra su impotencia. Joao Félix no comparecía. Cancelo, sin confianza. Viendo el partido costaba imaginar qué planes tenía Xavi para el Nápoles y que desperdiciara la soirée con el Mallorca -perdida cualquier esperanza de ganar la Liga- para hacer un ensayo con rival de los centrocampistas que por culpa de las lesiones no tendrá más remedio que inventarse el martes. El Barça temblaba con las transiciones del Mallorca, que se sentía capaz de dañar a los locales aunque no conseguía transformar sus ocasiones. Joao Félix en la reanudación -y de rebote- tuvo la más clara de su equipo. El Barça perdía demasiados balones en condiciones de ventaja; era desesperante ver hasta qué punto la falta de inspiración colectiva arruinaba cualquier chispa de luz que el talento individual pudiera generar. Cubarsí, héroe salvador del Barcelona . Con esto estaba todo dicho. Lo mejor que le podía pasar al Barça es lo que dice siempre el entrenador Aguirre cuando ya cree que no tiene mucho más que hacer: un whiskito y a dormir. Lewandowski y Roque al campo Dos largueros, uno de cada equipo, pero el del Mallorca en fuera de juego. Vitor Roque y Lewandowski entraron por Marc Guiu y Joao Félix. Al Barça le costaba encontrar un punto de pausa para elaborar el juego. Perdía por precipitación balones que en condiciones de más calma tendría que poder controlar sin demasiado problema. El fútbol no era de la mediocridad de otras noches, pero reinaba en el ambiente un aire triste, como si fuera previsible o estuviera escrito que ninguno de los esfuerzos tenía que servir para absolutamente nada. Es tal la decadencia de este equipo y de este club que incluso que cuesta mucho que los jugadores puedan afirmarse desde una cierta tranquilidad imprescindible para cualquier intento no ya de brillantez pero sí de eficacia. Pero de la niebla surgió una vez más Lamine Yamal para salvar a su equipo con un golazo . Disparo enroscado desde el vértice del área que dejó asombrados a propios y extraños. Magnífico el chaval, lamentable que todo un Barça dependa de un chico de 16 años para salir del paso. Sin acabar de controlarla totalmente, el Barça durmió la noche y el Mallorca aunque lo intentó nada pudo hacer para dar la vuelta al marcador. Trámite salvado sin brillantez pero con resultado , a la espera de que contra el Nápoles el Barcelona dirima lo único que realmente le queda esta temporada.

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