
Octava de Europa en 400 estilos, proeza ya de por sí mayúscula que Cata Corró relativiza con un humilde: «Para mí, ya era un premio estar aquí en una final más». La nadadora mallorquina (Inca, 1995) sabe bien que cada carrera hay que disfrutarla al máximo porque puede ser la última y siempre te pilla sin preparar. Como le pasó en marzo de 2017, cuando la constante inestabilidad de sus días, los episodios de epilepsia y los mareos la llevaron al médico, y este, a un diagnóstico de los que aterran: un tumor cerebral. Para evitar males mayores, en la primera intervención no se lo extirparon del todo. Como consecuencia, una segunda operación en octubre de 2019 y otra más,...
Ver Más
De Deportes https://ift.tt/2SaQBus
0 comentarios:
Publicar un comentario