20 grados

Cuando lean estas líneas si se asoman por la ventana encontrarán un cielo plomizo. Mariano Medina habría dicho que «hasta el cuarenta de mayo no se quiten el sayo» pero ahora, con el móvil en la mano, cualquiera eclipsa al mítico ‘hombre del tiempo’. Ahora nos podemos quejar de que va a hacer frío o calor con la certeza de que la Weather APP del teléfono nos dará la razón y no necesitaremos ni a Paco Montes de Oca para certificarlo. Tenemos herramientas para afirmar que siempre tiene que hacer 20 grados y que si no es así tenemos derecho a estar amurriados. Hay gente que vive para eso. Si no hace 20 grados podremos pedir una indemnización, ¡faltaría más! esto antes no pasaba. Ya no puede hacer ni frío ni calor, ahora todo es siberiano o sahariano pero en formato ola. Los estudiantes tampoco son listos o tontos, ahora son hiperactivos o están traumatizados. El caso es que todos tienen que ser idénticos y de no ser igualitos al hijo de la vecina alguien tendrá la culpa del desaguisado. Poco importa que el susodicho sea un gualtrapa, el caso es que «el mío también tiene derecho». Lo mismo ocurre con los «vagos», la palabra ha desaparecido por excluyente pero lo peor es que ha pasado lo mismo con «currante», eso ya no se lleva. Ya no se puede ser ni listo, ahora hay que estar en la media. El mundo necesita un termostato que regule a 20 grados el termómetro del Sahara y de Groenlandia. Con los políticos pasa igual, poco importa que sean de izquierdas o derechas, lo importante es que estén en el centro. En los guardarropas hay colores pastel, gris marengo, camel… ya nadie da un duro por una camisa blanca porque está condenada a ser, por lo menos, «blanco roto». Hasta la paleta de colores se ha quedado huérfana en sus extremos. Al lenguaje le pasa lo mismo y por ponernos templados hasta a los niños les dicen niñes. Todo tiene que estar a 20 grados para que no nos moleste, todo tiene que estar tibio. Nunca imaginé que el pensamiento único me llevaría a la tibieza meteorológica, pensaba que eso era una cosa del alma.

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