El sábado fui a comprar un regalo para mi ahijada Valeria. La oferta de cuentos y puzzles para niños de tres años me desbordó pero lo que hizo realmente difícil la decisión fue elegir entre «piratas» y «piratos», discernir si sería adecuado comprar algo que tuviera identidad de género y, lo que es peor, entender por qué me estaba planteando todo aquello ante la estantería de volúmenes infantiles. Cada vez me cuesta más dar clase porque si entonas una frase que termina con la palabra «vaca» corres el riesgo de estar hipersexualizando a la cabaña bovina o defendiendo el maltrato animal porque a las vacas se las ordeña. Algunos días, temo ser responsable del ocaso de la humanidad por convenir... Ver MásDe España https://ift.tt/3dgHH5b
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