Coutinho, el primer descarte de Laporta

Joan Laporta ha comenzado a trabajar en el diseño del equipo de la próxima temporada. En los contactos que ha mantenido con Koeman, el entrenador le ha diseccionado las carencias y las necesidades del equipo para volver a ser competitivos en Europa. Presidente y entrenador deben encontrar el equilibrio entre refuerzos y contención económica, exigida por la precaria situación que atraviesa la entidad. Por este motivo, los fichajes serán tan importantes como los descartes, ineludibles para aliviar la carga financiera y dotar del músculo necesario a la tesorería para poder acometer la llegada de jugadores que marquen la diferencia. El futuro de Coutinho es una de las prioridades de la directiva entrante porque grava la economía del club sin un rendimiento acorde sobre el terreno de juego. Fue el fichaje más caro de la historia del Barça (120 millones fijos más 40 en variables, de las que ya se han satisfecho 15 millones), obligado a invertir los 222 millones que recibió la marcha de Neymar al PSG. El brasileño ha cargado durante tres años y medio con la pesada mochila de la comparación con Neymar y el Camp Nou no ha escondido la reprobación ante sus actuaciones. Laporta no es ajeno al sentimiento del público ni a las contraprestaciones que debería asumir si permite que Coutinho cumpla su contrato, que expira en junio de 2023. Su salida aligeraría la carga salarial que ahoga a la entidad. Con 27 millones de euros por temporada, Coutinho es el tercer jugador que más gana, por detrás de Messi y Griezmann. Además, una de las cláusulas que se firmó con el Liverpool estipula que el Barcelona debería pagar 20 millones en el momento en el que el centrocampista alcanzara cien partidos oficiales como azulgrana. De hecho, el Barça ya ha satisfecho cinco millones por los primeros partidos oficiales disputados y otros diez por haberse clasificado en dos ocasiones para la Champions. Por la primera competición europea ganada, habría que desembolsar otros cinco millones. De momento, Coutinho suma 90 partidos y, aunque parece poco probable que vuelva a jugar esta temporada por su lesión, si el próximo curso continúa acabaría jugando esos diez partidos que le faltan. Con dos años por amortizar (50 millones) y una cláusula de rescisión de 400 millones, el Barcelona ve necesario buscarle una salida que permita paliar la nefasta operación de su fichaje. Tasado en 40 millones, el club no descarta una cesión, si no logra venderle, con unas condiciones similares a la del año pasado, cuando el Bayern aceptó hacerse cargo de su ficha. Nueva operación de rodilla Su estado físico tampoco ayuda. El futbolista ha tenido que pasar de nuevo por el quirófano para solventar un contratiempo que ha afectado a su rodilla. Lesionado ante el Eibar en el último partido del año, fue intervenido del menisco externo de su rodilla izquierda, con un tiempo estimado de baja de tres meses. Lejos de cumplirse los plazos, su recuperación ha sufrido un frenazo y, según ‘Esports 3’, Coutinho ha tenido que pasar de nuevo por el quirófano por culpa de un quiste en la misma articulación que le estaba produciendo un derrame de líquido sinovial. El brasileño habría sido operado en Qatar por el especialista belga de rodilla, Pieter D’Hooghe.

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