En una de las incursiones rutinarias de un veterinario en el sector VI de la Cañada Real, un vecino que se hacía llamar ‘El Primo’ se acercó. Pidió que vacunara a su gato. El profesional, que colabora con Proyecto Cañada, una asociación que lucha por el bienestar animal en uno de los puntos más deprimidos de Madrid, no pudo hacerlo. Las dosis escaseaban y las pocas que tenía, explicó, estaban reservadas a los cachorros más vulnerables. El gato adulto de ‘El Primo’ tendrá que esperar mientras los escollos en la vacunación no sean exclusivos del ser humano. Los tentáculos del Covid-19 también han apretado a los laboratorios de salud animal y desatado problemas de suministro que han afectado, sobre todo,... Ver Más
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