martes, 30 de marzo de 2021

Más de la mitad de los jóvenes de Castilla y León está «sobrecualificado» para sus empleos

La pandemia no ha mermado la ya de por sí difícil emancipación de los jóvenes de Castilla y León. En el primer semestre de 2020 -el coronavirus comenzó a golpear con fuerza a partir del mes de marzo- la tasa se situó en el 15,5 por ciento. Es más, subió una décima respecto al mismo periodo de 2019, una tendencia que no consiguieron mantener la mayoría de las autonomías, en las que la epidemia sí hizo caer este indicador ante las dificultades añadidas para que los jóvenes menores de 30 años pudieran abandonar el hogar familiar y vivir de forma independiente. Sin embargo, eso no ha supuesto que Castilla y León mejore sus datos en este sentido. La Comunidad se mantiene un año más en el vagón de cola entre las regiones, concretamente la tercera con la tasa más baja en la primera mitad del pasado año -la misma posición que en el segundo semestre de 2019-, según el Observatorio del Consejo de la Juventud presentado ayer con los datos autonómicos. Sí se ha resentido el panorama laboral de los jóvenes durante estos meses. El desempleo aumentó 6,2 puntos porcentuales, hasta situarse en el 27,5 por ciento en la primera mitad del pasado año en la población de entre 16 y 29 años. Vivienda «inasumible» Además, la tasa de actividad descendió hasta el 46,9 por ciento y fue «más pronunciado entre el colectivo femenino» que entre el masculino, obteniendo unos registros del 43 por ciento y del 50,7, respectivamente. También el Covid ha hecho mella en la contratación de los jóvenes. En el primer semestre de 2020 predominaban las de carácter temporal (más del 92 por ciento), más de la mitad fueron eventuales, seguidas por las de obra y servicio (32,4) y solo el 7,6 por ciento fueron indefinidas. Una característica que se mantiene respecto a otros estudios es que los jóvenes de la región son los más sobrecualificados de España. Más de la mitad tienen empleos que requieren formación menor de la que poseen. Además, acceder a una vivienda es prácticamente «inasumible» para ellos, según el análisis del Consejo de la Juventud, «ya que implicaría sobrepasar el umbral del 30 de endeudamiento máximo: el 63 por ciento del salario en el alquiler y el 40 en la compra con financiación hipotecaria».

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