«Si nuestro jugador no huye y se refugia en esa casa, lo linchan»

«O se toman ya medidas, o algún día lamentaremos el luto en todo Madrid». Aunque no estuvo presente en el partido que su equipo disputó en Estremera, el presidente de la Agrupación Deportiva y Cultural Pinto, José Ruiz, explica a ABC, con el miedo metido aún en el cuerpo, el episodio que le tocó vivir el pasado domingo a sus jugadores y al cuerpo técnico. Al pensar lo que pudo ocurrir siente escalofríos. «En el tiempo de prolongación se desató una tangana que pudo acabar en tragedia si uno de nuestros futbolistas no hubiera salido a la carrera para refugiarse en una casa próxima al campo». Las imágenes resultaron lamentables, según asegura el entrenador del equipo, Alberto, porque, en su huída, el chaval tuvo que sortear «las piedras que le lanzaron algunos espectadores, algunos de ellos menores de edad». Vinculado desde hace años al fútbol modesto, el preparador del ADYC Pinto tardará tiempo en poder olvidar los bochornosos incidentes que vivió en primera persona en el partido ante el CD Estremera, un partido de la Tercera Regional madrileña en el que su equipo se adelantó en el marcador en el minuto 90 (0-1). «Hasta entonces, se habían producido los típicos lances que se dan en encuentros de esa categoría, pero me llamó la atención que desde el primer minuto no pararon de insultarnos desde la grada», recuerda el entrenador. «Para mí todo resultó mucho más desagradable porque mi hijo, de doce años, vino a ver el partido y le tocó ver y escuchar todo». Estremera, localidad situada al sureste de la Comunidad de Madrid, en la Comarca de las Vegas, celebraba el domingo sus fiestas y en las gradas se reunieron más espectadores que en otros citas, pero no había ningún miembro de las Fuerzas de Seguridad. En un ambiente cargado, la mecha prendió con el gol. Comenzaron los golpes, los insultos, los empujones y las carreras ante la impotencia del árbitro. «Cuando marcamos, un jugador golpeó a Paul, que respondió a la agresión. A partir de ahí se montó una enorme trifulca entre ambos equipos, en la que participaron varios aficionados que saltaron al terreno de juego. Es triste que el segundo entrenador de ellos, en vez de intentar separar, echara más gasolina al fuego», recuerda Alberto. Una versión de los hechos que coincide, aunque matizada, con la que da a este periódico un espectador presente en el estadio. «Marcaron y algunos futbolistas pinteños hicieron gestos feos a los aficionados, eso calentó aún más los ánimos. Un jugador local agredió a un rival y los compañeros del visitante corrieron rápidamente hacia el lugar con no muy buenas intenciones. En ese instante es cuando saltaron los aficionados». «Que no difamen» El origen de los incidentes es lo de menos, la realidad es que el desenlace resultó un bochorno, al menos según la versión visitante. Desde el CD Estremera, sin embargo, prefieren no comentar lo sucedido el domingo, aunque agradecen la llamada de ABC para conocer su parecer. «Ya hemos hablado con la Federación y no voy a permitir que difamen a mi pueblo», se limita a afirmar amablemente Mariano Sacedo, su presidente. A Paul, jugador dominicano del ADYC Pinto, no le quedó más remedio que huir a la carrera para evitar males mayores. «Si lo cogen, lo linchan», lamenta el dirigente. Perseguido por algunos chavales, el jugador salió huyendo del campo y cruzó una pequeña carretera para entrar en una vivienda situada a unos cien metros del estadio. Allí encontró refugio hasta que llegó la Guardia Civil. «Si no huye, pudo haberse vivido un drama», añade José Ruiz. David Cordero, compañero de Paul, tuvo peor suerte y en la trifulca recibió una fuerte patada en la pierna izquierda y necesitó asistencia médica, según recogió el árbitro en el acta del partido, en la que reflejó la tangana. El acta del partido entre el CD Extremera y el ADYC Pinto

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