miércoles, 31 de octubre de 2018

La odisea de viaje del Real Madrid a Melilla en 1944

Por primera vez en su historia, en junio de 1944, la Unión Deportiva Melilla asciende a Tercera, y ese éxito le permitirá tener su día de gloria. Según una ley no escrita de la época, la llegada de un nuevo equipo a una división nacional permitía el honor de ser apadrinado por uno de los grandes equipos del país. Y el elegido fue el Real Madrid: «El 16 de julio de 1944, en el antiguo campo de la Hípica, el Real Madrid jugó su único partido de la historia en nuestra ciudad. Al campo acudieron 3.000 personas y los precios de las entradas iban desde la 4 pesetas para los niños hasta las 16 que costaban los que pagaban una silla», recuerda Antonio García Jáuregui, exjugador de balonmano, exmilitar, apasionado de la Historia y actual vicepresidente del Melilla. Cartel del partido de 1994 - Deportemelilla A mediados del pasado siglo, cada viaje de un equipo de fútbol era una osadía, multiplicada por dos en el caso de salir de la península. El Madrid invirtió casi un día completo hasta llegar a Melilla: diez horas en tren desde la capital hasta Málaga y el barco nocturno desde allí hasta la ciudad autónoma, otras diez horas. Para compensar el gasto económico y temporal, el club blanco y el Melilla acordaron jugar dos partidos en lugar de uno. Aparte del día 16, ganado por el Madrid (2-3), también hubo otro amistoso el 18, este finalizado con empate a dos. 74 años después, el club blanco regresa a Melilla, esta vez en avión y con apenas 50 minutos de vuelo, para jugar la ida de dieciseisavos de final de la Copa del Rey: «Es un día de fiesta para la ciudad», explica García Jáuregui. Con un presupuesto de 1,2 millones de euros, el Melilla es el equipo que más años consecutivos acumula en Segunda B: 32. Desde la temporada 86-87, no se mueve de la división de bronce. A sus partidos suelen ir unas 2.000 personas para un aforo de 7.000. Contra el Madrid no ocurrirá eso. Cartel de no hay billetes gracias también a los populares precios, de 30 a 70 euros: «Hemos instalado una grada supletoria de 1.000 butacas. Esperamos recaudar alrededor de 300.000 euros, dinero que servirá para seguir disminuyendo la importante deuda (1 millón de euros) con la seguridad social que heredamos en 2015, cuando entramos al club». La lotería será para pagar agujeros. Segundos del grupo IV, a un punto del líder, el UCAM Murcia, el Melilla vive un inicio de temporada dulce en un equipo con unos de los sueldos medios más bajos de la categoría, entre 30.000 y 40.000 euros brutos anuales. Ante el Madrid, para poder intercambiar las camisetas, su firma deportiva, Makro, les ha regalado dos por jugador: «De lo contrario habría que lavarlas para el siguiente partido. Somos el Melilla. Aquí no hay lujos, pero competiremos, no tenga duda», sentencia el vicepresidente.

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