El «running» se ha convertido en el deporte más practicado en los últimos años. Así lo confirman las estadísticas y los estudios, además del crecimiento de espacios para correr en las grandes ciudades. Madrid es una de las que encabeza año tras año las listas con mayor número de maratones y la que cuenta con numerosos parques y rutas para practicar el deporte de moda. El Parque Juan Carlos I, El Retiro, Madrid Río, el Parque del Oeste o la Casa de Campo son algunos de los parques preferidos por los «runners» madrileños. Estos «pulmones verdes» permiten disfrutar de la práctica de este deporte. Sin embargo, también es uno de los que más lesiones acumula en muchos casos por la falta de información de aquellos que un día deciden calzarse las zapatillas y ponerse a correr sin más preparación que la del deseo por liberar estrés, adelgazar o estar en forma. Los expertos advierten de la necesidad de ir poco a poco a la hora de correr, de calentar previamente, de llevar un calzado adecuado y de conocer cuáles pueden ser las lesiones más frecuentes para evitarlas. Según el doctor Pedro Lapuente, director médico de Clínicas Cres y uno de los más prestigiosos especialistas en medicina regenerativa de nuestro país, las lesiones producidas por la práctica del «ruuning» son principalmente cinco: la sobrecarga muscular, la conocida como rodilla del corredor, la fastitis plantar, la periostitis tibial y las fracturas de estrés. Cada vez crece más la demanda de medicina regenerativa para tratar las lesiones producidas por la práctica del «running». Pero, ¿dónde y cómo afectan éstas en el organismo? La lesión más común entre los corredores es el síndrome de dolor femororrotuliano, como consecuencia de las sobrecargas. Algunos pacientes pueden verbalizar el dolor como una sensación de estallido o chasquido, o de que la rodilla está fallando. Si pasa un tiempo sin tratarse, esta afección puede dañar el cartílago de la rodilla y acelerar la aparición de artritis y posteriormente desencadenar una artrosis precozmente. Otra de las lesiones, son las tendinopatías. La tendinitis aquílea es una lesión por sobrecarga del tendón de Aquiles, la banda de tejido que conecta los músculos de las pantorrillas en la parte trasera de la parte inferior de la pierna con el hueso del talón. Ocurre, con mayor frecuencia, en corredores que aumentan la intensidad o la duración de sus carreras de manera repentina. La tendinitis rotuliana es una lesión en el tendón que conecta la rótula (patela) con la tibia. El tendón rotuliano trabaja con los músculos de la parte anterior del muslo para extender la rodilla, de modo que sea posible patear, correr y saltar. El síndrome de la cintilla iliotibial o comúnmente llamado «síndrome del corredor» es una lesión en la que se inflama la cintilla iliotibial (tendón largo del músculo tensor de la fascia lata que se extiende desde la parte externa del muslo hasta la rodilla) a causa del roce repetitivo contra los huesos de la rodilla; bien en cóndilo externo, un poco por encima de la interlínea articular externa, bien en la inserción distal, en el tubérculo de Gerdy. Dejando atrás las modalidades de tendinitis, la fascitis plantar es una banda de tejido elástico que va desde el calcáneo (el talón) hasta la zona metatarsal (debajo de los dedos). La inflamación de dicha estructura, en la zona en la que la fascia se inserta con el calcáneo, es lo que conocemos como fascitis plantar. Es una patología bastante frecuente en «runners». Conocido como síndrome por sobrecarga de la parte media de la tibia, la periostitis tibia l es común en atletas que recientemente han intensificado o cambiado sus rutinas de entrenamiento. Las fracturas por estrés son pequeñas roturas de huesos que soportan peso, por la aplicación repetitiva de fuerza, al saltar repetidamente o correr distancias largas, por aumento de la cantidad o la intensidad de una actividad demasiado rápido, e incluso, por el uso normal de un hueso que está debilitado por una afección como la osteoporosis o la osteopenia.De España https://ift.tt/2SAI1kr
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