Las escuelas, otra vez centros de propaganda

Las urnas con las que el independentismo quiso celebrar su ansiado referéndum volvieron ayer a la calle. En vísperas de que hoy se celebre el primer aniversario del 1 de octubre, el movimiento soberanista aprovechó la jornada dominical para volver a entrar en los colegios, institutos y otros locales públicos y organizar eventos que enaltecieran el 1-O. Los actos pretendían ser una «vuelta a las escuelas» con acciones de todo tipo: hubo pintadas de murales, talleres de pancartas, chocolatadas, inauguraciones de placas, pases de documentales, comidas populares para recordar las acampadas de hace un año, cabezudos, tamborradas y cánticos repetidos como «Vam votar, vam guanyar» («Votamos, ganamos»). «Ho vam fer i hi tornaríem» («Lo hicimos y volveríamos a hacerlo») clamaba una de las pancartas que lucía, a modo de ejemplo, un colegio barcelonés, tomado ayer como elemento propagandístico del independentismo. Muchos de ellos acabaron la jornada repletos de lazos amarillos, carteles, pegatinas o pintadas o incluso grafitis con el resultado de las votaciones. Instrumentalización Como en otras ocasiones, los actos fueron pensados especialmente para toda la familia y se vieron a menores como protagonistas de los actos reivindicativos. Por todo ello, asociaciones como Impulso Ciudadano y la Asamblea por una Escuela Bilingüe de Cataluña denunciaron la enésima instrumentalización de la escuela y exigieron la limpieza de los centros educativos. Una de las actividades más repetidas ayer por parte de niños fue la simulación de nuevas votaciones, con las urnas de plástico que se usaron hace un año. Algunos centros tenían papeletas iguales a las del 1-O y otros prepararon papeletas para la ocasión con las que se animó a los asistentes a escribir deseos y exigencias. La Generalitat, que hoy agenda la mayoría de sus actos de homenaje, ya se centró ayer en la conmemoración. El presidente Quim Torra visitó la sede donde votó el 1-O y dejó su mensaje en la urna, un bucólico «O llibertat o llibertat». Poco después, Torra presidió un acto de apoyo a los «afectados por la actuación policial el 1-O» y homenaje a los que protegieron las urnas. El Govern celebrará primero el 1-O desde Sant Julià de Ramis (Gerona), donde debía votar Carles Puigdemont hace hoy un año. Exposiciones sobre fotos o sobre urnas, despliegue de pancartas y manifestaciones centrarán la agenda de Torra y sus consellers. El Ayuntamiento de Barcelona, por su parte, ya ha organizado este fin de semana unas jornadas dedicadas al 1-O en la antigua cárcel Modelo. Más allá de la agenda institucional y de la convocatoria de los CDR de «acciones sorpresa», el movimiento soberanista prevé al mediodía paros ante los colegios y marchas por la tarde para «reivindicar el cumplimiento del mandato» del referéndum. Sindicatos de estudiantes y universitarios también han convocado huelga. Pintadas intimidatorias En plena efeméride, el comercio de la madre de Albert Rivera (Cs) amaneció ayer pintado con un lazo amarillo y el mensaje «1-O Ni oblit ni perdó». Por otro lado, en Palamós (Gerona) aparecieron pintadas amenazantes contra su alcalde e insultos contra Torra.

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