
Nunca es fácil volver a los lugares donde uno fue feliz. Esto es habitual en el fútbol, por lo que los jugadores se acaban acostumbrando a ese cúmulo de emociones que supone regresar a la que fue tu casa. En Old Trafford se reencontró Pogba con su exquipo, Mourinho con su exestrella y, por supuesto, Cristiano con la afición que le vio convertirse en el futbolista que es. Ya lo había hecho con el Real Madrid en la 12/13. Sin embargo, si en aquel partido fue el protagonista gracias a su gol, con la camiseta de la Juventus firmó una actuación discreta. Pero para discreto, el fútbol del United. La Juventus completó una primera parte en la que dominó a su rival en todas las facetas. Con el balón estaba cómoda y gracias a la rapidez de sus futbolistas gozó de numerosas acciones de peligro al contraataque. Al cuarto de hora, como si quisiera rememorar su etapa como «red devil», Cristiano apareció por la banda derecha para poner un envenenado balón al área. Tras tropezar la pelota en varios jugadores, Dybala la mandó a la red. El gol hacía justicia a lo visto sobre el césped. Los de Mourinho trataron de reaccionar, más por impulsos que por méritos. Un equipo italiano estaba dominando en un «estadio Premier»; difícil de creer hace unos años. Aun así, fue a balón parado como llegó la doble ocasión que pudo poner el 0-2 en el marcador. Un disparo centrado de falta de Cristiano fue detenido por De Gea, quien tuvo que responder rápidamente a otro intento de Matuidi. Viendo el panorama, y aunque la grada ponía con sus silbidos una incómoda banda sonora, el 0-1 fue una buena noticia para los locales al descanso. En la segunda parte se pudo ver de nuevo un quiero y no puedo del United. La falta de precisión se compaginó con la férrea defensa de Bonucci y Chiellini, quienes no dejaron un metro a Lukaku. En el otro área, De Gea sacó a Cristiano en el 51 una de esas manos milagrosas que justifican todos los halagos que pueda llevarse el meta español. La Juventus siguió dominando mientras Cristiano se desesperaba porque no le llegaba un balón franco. Los de Mourinho, apoyados continuamente en Mata y Pogba, siguieron con la pólvora mojada en los últimos metros. Aun así, el público de Old Trafford necesitaba poco para animarse y cada acercamiento de los suyos, por inofensivo que fuera, despertaba la ilusión de un duelo más disputado de lo que en realidad estaba siendo. Pese al mal juego, la buena labor de la defensa local evitó que el partido muriese antes de lo previsto. Y aunque tuvo oportunidad para hacerlo, la Juventus dejó vivo a un United que se lo terminó creyendo. A falta de quince minutos, Pogba mandó un balón al palo. Con los locales volcados sobre la portería de Szczesny acabó un encuentro que los de Allegri apenas vieron peligrar, toda vez que el United solo remató dos veces a puerta. La victoria deja a la Juventus con pleno de victorias en Europa
De Deportes https://ift.tt/2yWz2kl
0 comentarios:
Publicar un comentario