jueves, 11 de octubre de 2018

Fermín García Nieto: «inventor» del 062, y guardia civil que se ganó el aprecio de Lanzarote

Si hay algo que tiene Lanzarote y Fuerteventura es el agradecimiento a integrantes de fuerzas de seguridad del Estado que, pudiendo optar por destinos más cómodos en la Península, deciden aventurarse en un territorio tan complejo como el canario por los equilibrios de dar un servicio público de calidad al tiempo que una seguridad para los turistas. Ese es el caso del Fermín García Nieto, el «inventor» de colocar el número de teléfono 062 en los coches de la Benemérita sin pedirle permiso a nadie. En 1981 en Lanzarote había 50.000 habitantes y 80 agentes. 12.149 empleos directos dependían del turismo, el 49,7% de la población activa de la isla. En 1988 Arrecife de Lanzarote tenía 36.217 habitanrtes. García Nieto era conocedor de la importacia del turismo en Canarias cuando optó por este destino. Y es que un accidente de tráfico o un apagón de luz en una ciudad peninsular quizás tenga impacto provincial. Pero en Canarias puede generar repercusión en lugares de proecedencia de turistas. Eso pasa actualmente con el drama de las pateras. En 1981 este vallisoletano con experiencia en el Sáhara llegó de forma voluntaria a Arrecife de Lanzarote. Fermín García Nieto asumió entonces su cargo capitán jefe de la II Compañía de la Guardia Civil de Lanzarote y Fuerteventura. Su misión era acelerar los tiempos de cobertura con la exigua plantilla de agentes. De un lado, por el impacto negativo de noticias que se pudieran derivar de sucesos en la isla en Alemania o Reino Unido. De otro, para garantizar la armonía por el aumento de población que generaba la industria del sector servicios. Tuvo la ocurrencia de pintar el número «062« con una plantilla de cartón en los coches de la Guardia Civil Entre otras medidas de innovación que aplicó en Lanzarote y Fuerteventura, fue crear para estas islas un gabinete de prensa propio. El primero fuera de Madrid y en la España de 1981. En aquella época solamente existía una oficina de diplomacia pública: en Madrid. El movimiento hecho en Lanzarote años después se entendió por toda la Península. Si Lanzarote y Fuerteventura son excelentes destinos turísticos se debe a dos cosas además del trabajo de los canarios: La guardia civil velando por la seguridad y la Armada al llevar agua de consumo humano en la época que no existía desaladoras. Con el agua, llegó el cemento y la calidad de suministro al sector servicios al primer hotel de la isla: Fariones que dirigía Bienvenido Saavedra. A partir de ahí, creció el turismo. En enero de 1982, apenas unos meses después de llagar a la isla, se debió establecer respuesta inmediata porque encalló el buque «Rolla 1» en la playa de Famara por una avería. Entre la Armada y la Guardia Civil se evitó un desastre de vidas humadas y ecológico. Se logró salvar a todos sus 23 tripulantes. El barco llevaba 4.000 toneladas de cemento desde Murcia y a Nigeria por Las Palmas. En 2018, la Armada ha tenido que sacar las castañas del fuego en Fuerteventura por contaminación marina en Gran Tarajal y la Guardia Civil por la respuesta que aporta con el Seprona a la protección de la arqueología y el medio ambiente. Dirigió los primeros controles de tráfico conjuntos entre la Guardia Civil y un cuerpo de Policía Local Fermín García estableció una agenda de colaboración permanente con los ayuntamientos dando el protagonismo que les correspondía a los agentes de Policía Local. Hasta tal punto hubo química que se puso en marcha fuera de capital de provincia controles de tráfico conjuntos. El agente, que venía de operar en el País Vasco y el Sáhara, recuerda que «siempre hubo excelente predisposición de los alcaldes, así como de los mandos y agentes de estas policías locales así con el resto de instituciones y ONG, que fueron inmejorables», recuerda García Nieto, ya retirado en Canarias. En aquella época, la inmigración extranjera era del 7%. Turismo En aquel periodo los efectivos en Lanzarote lo formaban 80 personas y en la isla de Fuerteventura sobre los 50. Si se calcula bajas médicas, descansos, eran muy pocos efectivos auque en el aquel periodo las puertas de las casas tenían siempre la llave puesta o estaban abiertas. La delincuecia era algo anecdótico. El Puesto de la Guardia Civil de Puerto del Carmen, que tenía al frente al subteniente Pablo Carrasco con un cabo y ocho agentes, controlaban todo el municipio de Tías. Hasta ahí, todo normal; pero hay un dato: el municipio tenía entonces casi 20.000 plazas turísticas. Nueve personas para, al menos, 10.000 visitantes semanales diferentes. Y eso sin olvidar, obviamente, las obligaciones propias del cuerpo. Fermín García Nieto destaca que hubo que ganarse a los isleños porque para ellos el turismo era un fenómeno nuevo. La seguridad se gestionaba también coordinando de forma permanente la información con directores de hoteles y policía local. Estabilidad económica Para comprender la tranquilidad de Lanzarote o Fuerteventura basta decir que el cuerpo de la Guardia Civil llegó a estas islas en 1927. Y fue en 1991 cuando, por primera vez y no se ha vuelto a repetir, hubo que mandar desde Gran Canaria a agentes antidisturbios. Precisamente, por un tema turístico. La Guardia Civil intervino para desalojar a los trabajadores del Apartahotel Fariones que se manifestaban contra el derribo del complejo. García Nieto creó en Canairas el primer gabinete de prensa de la Guardia Civil fuera de Madrid De Haría, Lanzarote, era el admirado por todos los lanzaroteños Artemi García Robayna, y en aquel periodo dirigía la seguridad de la isla Fernando Gómez Ferré, Pablo Carrasco Gordillo o José Carcía Pérez Macedo. Y es que los agentes han pasado de estar velando por la seguridad y el turismo a la combinación de ambas: proteger la sostenibilidad económica de las islas. La llegada a Canarias de la primera patera fue en 1994 y fue en Fuerteventura. El despacho de los mandos de la Guardia Civil en estas dos islas no tenían espacio para tanta placa de agradecimiento. Desde unas fiestas populares a la entregada por alguna pareja de turistas a la que se ayudó en algún accidente. El Instituto Armado siempre ha estado muy vinculado y apoyando la ganadería de ambas islas. Mandos García Nieto llegó a Lanzarote, con mando sobre Fuerteventura, tras presentarse a ocupar esta plaza de forma voluntaria tras su salida de la Academia Especial de la Guardia Civil como teniente y desarrollo de actividad profesional en el País Vasco en los Grupos Antiterroristas Rurales. Mientras Fermín García estaba entre Lazarote y Fuerteventura, Francisco Díaz Alcantud, ahora teniente general del Cuerpo de la Guardia Civil al General de División, era el teniente jefe de Fuerteventura. En Lanzarote había otro que acabó teniendo arraigo en la isla al casarse con una isleña, el citado Pablo Carrasco. Fermín García Nieto en el Sáhara - ABC Población La población de Lanzarote y Fuerteventura se disparó y no existió casos de llegadas de inmigrantes por vía marítima al calor del crecimiento económico hasta 1994. «Antes, por la menor población y forma de hacer las cosas los isleños, las cosas eran más fáciles» porque «a poco que uno pusiera un algo de su parte», destaca García Nieto. Ejecutó cambios en las formas y fondo a la hora de sintonizar con la población de Lanzarote y Fuerteventura y eso se mantiene todavía. Ese cambio lo protagonizó un castellanoleonés hijo de unos modestos propietarios de Torresilla de la Orden, en Valladolid, a 1.916 kilómetros, con una larguísima tradición familiar en la Guardia Civil. Barcelona, Guatemala y Turquía En el periodo de estancia, por razones operativas, estuvo en Alicante y llegó a ocupar puestos de responsabilidad como asesor de seguridad del Cabildo de Lanzarite, después. Fue el primer experimento de coordinación en Canarias de las fuerzas locales de seguridad y que, después, se trasladó al resto del archipiélago. En los años Noventa, el isleño de adopción que acercó a la Guardia Civil a los canarios de Lanzarote y Fuerteventura fue jefe de la provincia de Barcelona con 2.000 efectivos bajo su mando. Y fue uno de los expertos que tuvo bajo su control parte del operativo por los Juegos Olímpicos de Barcelona. Tras Barcelona, fue ascendido a teniente coronel y destinado a Valladolid. En esta provincia, repitió el experimento de Canarias: lo primero, oficina de prensa. Hasta el punto que estudió periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Tras Valladolid, antes de retirarse a Canarias con el ascenso a coronel, estuvo en los operativos de seguridad de la ONU en Guatemala durante el periodo de verificación de los acuerdos de paz tras medio siglo de conflicto interno. Con esa experiencia, permaneció por espacio de cinco años como agregado de la Guardia Civil en la Embajada de España en Turquía.

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