El tamaño de los lagartos importa. No es lo mismo una lagartija en el suelo para defender el medio ambiente que un lagarto grande capaz, por ejemplo, de recorrer más espacio. A más «pateo», mejor reparte semillas y, por tanto, más ayuda a fortalecer la fauna. Los lagartos gigantes demuestran la gran biodiveridad que tienen los canarios que, a juicio de los expertos, no deben improvisars en su protección. La presencia de lagartijas y lagartos contribuyen de forma diferente a combatir la reducción de presencia animal en las islas, es decir: la defanuación. Es lo que sostienen expertos como Néstor Pérez-Méndez de la Universidad Nacional de Río Negro en Argentina y Alfredo Valido de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) en España. Pérez-Méndez es autor de una tesis doctoral sobre la influencia de los lagartos en el medio ambiente. A su juicio, sus estudios ponen de relieve que hay una «cadena asociados a la extinción de los grandes animales frugívoros y de las interacciones ecológicas en las que participan». Degradación En concreto, en las islas se estaría produciendo «una degradación progresiva de los servicios de dispersión de semillas, que deriva, a su vez, en la alteración de la dinámica demográfica y las características genéticas de las plantas con las que interaccionan». Los expertos afirman que las lagartijas más grandes de Canarias son mejores dispersoras de semillas que las más pequeñas; pero la pérdida de hábitat y las especies invasoras han amenazado a las lagartijas de las islas, con especímenes grandes cada vez más difíciles de conseguir. Por tanto, las sucesivas generaciones de lagartos son cada vez más pequeñas, haciendo que los científicos teman por la supervivencia de las plantas nativas. Los lagartos de Canarias están reduciendo su tamaño En las siete islas Canarias hay documentados hasta ocho tipos diferentes de lagartos; pero se han conservado cinco. Los expertos sostienen que no solamente hay que protejer los lagartos. Sino todo el círculo de fauna que hay alrededor. En El Hierro, por ejemplo, la presencia de gatos genera una velocidad lenta para mantener su lagarto insular con buen ritmo de crecimiento. Y, en Gran Canaria, la invasión de serpientes, está generando problemas a la fauna de lagartos. Claves, para poder generar una naturaleza eficiente. Pérez-Méndez apuesta por fortalecer la presencia de vertebrados de mayor tamaño para evitar no sólo la pérdida de estas especies, «sino de todo el rango de procesos en los que intervienen». Porque las repercusiones de la defaunación en el funcionamiento de los ecosistemas «pueden aparecer mucho después de la extinción de estas especies». A su juicio, hay casos de «variación genética de las plantas y, su distribución espacial, viene determinada por la acción conjunta del flujo de genes dentro y entre poblaciones, así como otros procesos como la selección, la deriva génica y la tasa de mutación». Un lagarto de La Gomera - ABC Grandes árbitros de la naturaleza Por tanto, «la reducción de talla de los vertebrados frugívoros debería ocasionar una serie de efectos en cascada, con una disminución del flujo de genes vía semillas y una alteración de las características genéticas de las poblaciones de plantas afectadas». Así Néstor Pérez-Méndez defiende que hay «una reducción drástica de las distancias de dispersión de semillas que refleja el gradiente de pérdida de tamaño de los lagartos». Expone que en Gran Canaria se detectan distancias de «dispersión mucho mayores que en Tenerife». En islas como La Gomera «todas las semillas se encuentran debajo de la planta madre, excepto una mínima proporción que se dispersa, de forma esporádica, fuera del vecindario materno más próximo«.De España https://ift.tt/2Hvx956
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