Brigitte Macron, esposa del presidente de la República, y Anne Gravoin, ex de Manuel Valls, ex primer ministro de François Hollande, han celebrado una «comida entre amigas» que suscita muchos rumores no solo amistosos y sentimentales. A las pocas horas de su regreso del viaje de Estado a EE.UU., acompañando a su esposo, el presidente Emmanuel Macron, Brigitte se apresuró a llamar Anne Gravoin, abandonada por su marido pocos días antes. Brigitte y Anne se conocían y se apreciaban desde 2014, cuando Manuel Valls era primer ministro de François Hollande y Emmanuel Macron ejercía de consejero del presidente, primero, y ministro de Economía, más tarde, subordinado de Valls, que seguía las directrices del presidente con estilo propio. Esa amistad «entre mujeres» perduró al duelo inconfesable que sostuvieron Valls y Macron, aspirantes a la sucesión de Hollande, durante muchos meses, a lo largo de 2016 y 2017. Eliminado Valls en las primarias socialistas del mes de enero de 2017, y elegido presidente Macron, pronto hará un año, las esposas siguieron tratándose y apreciándose, más allá del campo de minas políticas que ambas debían y deben sortear cada día. Invitando a comer a su amiga abandonada, Brigitte Macron quizá ha deseado confirmar su amistad y solidaridad con una amiga que atraviesa un muy mal paso sentimental, abandonada por un esposo que ha decidido rehacer su vida con una diputada del partido de Macron. Se trata de un gesto personal, sin duda, que no compromete en nada las opiniones personales del presidente. Tratándose de una pareja muy unida, se trata de un gesto amistoso, por parte de Brigitte Macron, que no dejará de tener muchas exégesis no solo amistosas y sentimentales.De Estilo https://ift.tt/2r900lz
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