sábado, 10 de abril de 2021

Todos contra ella

Las últimas ocurrencias del presidente del Gobierno, antes que buenas o malas, resultan tan extravagantes que desafían al sentido común. Que haya comprometido la poca credibilidad que le queda como gestor de la pandemia al cumplimiento de un plan de vacunación que la mayoría de los expertos considera inalcanzable es un extraño gesto de voluntarismo melancólico que se parece más a un suicidio en diferido que a una conducta sensata. Lo mismo puede decirse de su chocante desaparición en plena crisis AstraZeneca, con dos millones de españoles a la espera de saber qué les aguarda en el turno de la segunda dosis y el 60% de los que estaban en la cola para recibir la primera huyendo en estampida tras... Ver Más

De España https://ift.tt/3dNVUXI

Related Posts:

0 comentarios:

Publicar un comentario