«Hay que recuperar todo lo perdido este año y ese es el objeto de estos proyectos, recuperar la salud, el bienestar y volver a la nueva normalidad». Son palabras que pronunció ayer la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, en la residencia de Los Royales, de la capital soriana, una de las que más sufrió durante la primera ola de la pandemia pero donde hoy las vacunas han pintado un escenario bien distinto que permite abrir un espacio a la esperanza. Este centro fue el primero en el que se implantó el modelo de unidades de convivencia desarrollado por la Consejería de Familia, conocido inicialmente como «En mi casa», y va a ser también el primero en contar con robots para completar las labores asistenciales y compartir momentos de ocio y entretenimiento, además de facilitar toda la información y ayuda que la teleasistencia es capaz de ofrecer. Serán al menos quince robots inteligentes, a imagen y semejanza de Copito, el proyecto japonés, pero adaptado a las necesidades de los mayores y dependientes, de forma que ayudará a usuarios y profesionales a realizar tareas cotidianas, como levantarse o acostarse; serán capaces de recibir en su sistema los datos de la teleasistencia avanzada y, así, por ejemplo, recordar cuándo hay que tomar una medicación o una cita médica; por último, podrán interactuar con el usuario, mediante la lectura, la música o cualquier otra forma de entretenimiento y, por supuesto, ponerlos en contacto con familiares o amigos. Isabel Blanco presentó en Los Royales este proyecto, donde explicó que se enmarca en el sistema de atención a la dependencia 5.0. y que, con un presupuesto de cuatro millones de euros, será financiado con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea. Acompañada por el vicerrector de Investigación, Innovación y Transferencia de la Universidad de Valladolid, Óscar Martínez Sacristán, y el director general del Centro Tecnológico Cartif, José Ramón Perán González, como representantes de las entidades colaboradoras en su desarrollo, la consejera anunció que el pilotaje de esta iniciativa también se va a llevar a cabo en la residencia Puente de Hierro de Palencia. La previsión es que, una vez concluya esta primera fase, se efectúe, una experimentación intensiva en 100 viviendas con diferentes perfiles de necesidad y en 20 centros residenciales. «Lo que se pretende con los robots es que sean un instrumento que facilite la vida de usuarios y profesionales», señaló y puntualizó que no llegan para sustituir a los trabajadores sino para completar su labor, ni tampoco será necesaria una formación específica para conocer su funcionamiento. «Hay que aplicar la inteligencia artificial al cuidado de las personas mayores y dependientes», insistió. Plazas vacantes Blanco reconoció que, tras la pandemia, han aumentado las plazas vacantes en las residencias y son muchas las personas que, al ser avisadas, las rechazan. « Se está llamando a las personas en lista de espera pero hay mucha gente que renuncia a la plaza», aseguró la consejera, para quien «la imagen que se ha dado les retrae para poder entrar». En este sentido, no ocultó que, aunque los contagios y las muertes por Covid han remitido por completo, «hay miedo por la imagen que se ha trasladado de las residencias», aunque confía en que «poco a poco se vaya superando».De España https://ift.tt/32URfye
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