Modric justifica su renovación

Elegante y decisivo, fino y eficaz, Luka Modric se echó al Real Madrid a sus espaldas cuando más hacía falta, como el líder que es. Zizou no tiene ni que pedírselo. Es un jefe de vestuario, que habla y se le escucha, que ha sido autocrítico cuando hay que serlo y el equipo no rindió. El croata dio ayer una exhibición de fútbol ante la plaga de bajas que asoló al equipo en Getafe. El jefe de campo de Zidane se situó en el centro de la línea media, colocado delante de la defensa y se encargó de repartir todo el juego madridista en una exhibición de regates, de túneles, de fintas, de recursos, que hizo que sus rivales desistieran de presionarle para no verse superados por uno de sus ‘driblings’. Fue una lección del Balón de Oro, al mando de un once de circunstancias, inédito, con nueve bajas y otros dos baluartes, Benzema y Kroos, sentados inicialmente en el banquillo, tocados. El ariete francés disputó la última media hora de partido. Dice Zinedine que «a Modric hay que decirle muy pocas cosas», porque dirige un equipo que el francés lo hacía hace veinte años, con el talento que le define, con esas fintas y túneles que dejan en fuera de juego a los adversarios El conjunto visitante acusó las ausencias, cómo no las iba a notar. Era el plan C, ni siquiera el B. Courtois, espléndido, salvó con sus largas manos tres remates de gol de los hombres de Bordalás y en cuanto podía entregaba la pelota al director croata para que dirigiera el contragolpe madridista. Luka daba serenidad a ese equipo diezmado. Víctor Chust se sintió tranquilo ante la seguridad que ofrece el número diez, quien ha renovado por un año más y ha firmado la reducción del diez por ciento de su salario, una posición contraria a la de Sergio Ramos y Lucas Vázquez, que se han negado a rebajarse el sueldo en las propuestas de renovación recibidas, rechazadas hasta hoy. Modric desea retirarse en la casa blanca y su objetivo es ganarse el próximo año otra temporada de continuidad. Zinedine Zidane hizo debutar a Antonio Blanco, un medio centro clásico, para ayudar al croata con su eficacia destructiva, pues los locales apretaban y el jefe de campo de Zizou cada vez se situaba más atrás para sacar el balón. El Real Madrid solo pudo puntuar. Mal menor ante una crisis de bajas, nueve, récord de la temporada para el campeón vigente.

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