Anda Ronald Koeman barruntando la alineación que presentará ante el Real Madrid con la duda de Gerard Piqué, que sigue con molestias en su rodilla. Poco amigo de tocar lo que funciona, apostará por una defensa de tres centrales en la que Mingueza y Lenglet son intocables. Piqué y Araújo pugnan por la tercera plaza que, en un efecto domino, desplazará a Frenkie de Jong, junto a Pedri y Busquets, al centro del campo («es donde más cómodo me encuentro», aseguró el lunes tras la victoria ante el Valladolid) y provocará el descarte de Antoine Griezmann. La meritocracia que aplica Koeman premiará a Messi y Dembélé con la titularidad. No hay sitio para más y Griezmann es el sacrificado. Como ante el Madrid en la primera vuelta, ante el Sevilla en el Pizjuán o frente a los hispalenses en la vuelta de la semifinal de Copa. Tres partidos de los más importantes que ha tenido que afrontar el Barcelona esta temporada. Lo asumió estoicamente sin levantar la voz y poniendo buena cara el segundo fichaje mas caro de la historia del Barcelona (135 millones de euros), que ha respondido con 14 goles repartidos en todas las competiciones disputadas. Griezmann entra en todas las quinielas para abandonar el Barça a final de temporada. Cuestionado, no ha acabado de ofrecer el rendimiento esperado, grava excesivamente la masa salarial (su ficha es de 34 millones de euros, con contrato hasta 2024) y podría reportar un buen ingreso para acometer otras llegadas (está valorado en 60 millones). El francés se ausentó ayer del entrenamiento para asistir al alumbramiento de su hija Abril, que curiosamente nació el mismo día que sus hermanos Mía (2016) y Amaro (2019).De Deportes https://ift.tt/2Q45nC2
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