La pandemia del coronavirus ha marcado un antes y un después en la carrera profesional de Pedro Cavadas. Y no porque allá por enero del año pasado alertara de los graves riesgos del Covid-19 cuando no se había notificado ni un solo caso en España. La propagación del coronavirus ha obligado al cirujano valenciano a suspender su programa de intervenciones en Tanzania y en el Chad, dos países en los que la Fundación Pedro Cavadas atendía a enfermos sin recursos de todo tipo de dolencias, «desde secuelas de traumatismos y fracturas a quemaduras, tumores, malformaciones congénitas, cirugía ginecológica o tiroides». Pedro Cavadas comenzó su tarea humanitaria en África en 2003, cuando constituyó la Fundación que lleva su nombre con el objetivo de «proporcionar cirugía reconstructiva moderna a pacientes desfavorecidos». Sin embargo, la extensión del Covid-19 le ha obligado a suspender los viajes que anualmente realizaba con su equipo para levantar hospitales de campaña en los que practicaba operaciones a personas para las que es su «mejor o única oportunidad», según explica la Fundación del médico valenciano. En el año 2013, el cirujano trasladó a Tanzania su actividad, que había comenzado una década antes en Kenia, con la que ha acumulado 11.000 intervenciones gratis, sin apenas ayudas externas y costeadas por su bolsillo. De ellas, unas setecientas han sido reimplantes. Hoy, este país africano constituye uno de los epicentros del negacionismo en el mundo. En el Chad la pandemia tampoco ofrece tregua. [Pedro Cavadas y el dilema de la vacuna del coronavirus: «Hay que ponérsela»] Ante un escenario epidemiológico devastador en países donde se rechaza la existencia del coronavirus y las autoridades no admiten la llegada de vacunas, Pedro Cavadas ha tenido que interrumpir sus viajes a África y se centra en operar en Valencia casos procedentes de todo el mundo, lo que reduce su margen de maniobra para atender enfermos que ven en el médico español su única esperanza. De hecho, según explica el propio cirujano, con el coste de un tratamiento de un paciente en España su Fundación podría organizar dos misiones a África y atender a más de cien personas. Imagen de Pedro Cavadas junto a Reginaldo, el paciente al que «devolvió la vida» - MIKEL PONCE En la presentación del último caso que ha atendido, el de un hombre guineano al que un cáncer le había desfigurado la cara, Pedro Cavadas reinvidicó que «como ahora todas las noticias son una tontería detrás de otra, unos juegos florales, con política y cosas no relevantes aunque llamativas, es gratificante traer una noticia de algo honesto que hemos hecho entre todos y que ha permitido regalar una vida nueva a Reginaldo». A la espera del regreso a África Sin embargo, la pandemia del coronavirus impide al cirujano, que este año ha sido incluido en la lista Forbes de los mejores médicos, multiplicar por cien las atenciones a pacientes como Reginaldo. Este hombre, afectado de un albinismo que le produjo múltiples cánceres de piel, expuso su caso a la Fundación Cavadas y a la embajada de España en Guinea, donde solicitó el visado, gestionó él mismo el vuelo y se arriesgó a viajar hasta Valencia sin una cita previa. Unas semanas después, Pedro Cavadas le «devolvió la vida». El doctor valenciano, mientras, seguirá atendiendo en España casos como el de Reginaldo, «un paciente de los que da gusto traer y operar», a la espera de que el Covid-19 le permita regresar a África. Un horizonte al que Pedro Cavadas ya no quiere poner fecha, aunque deja una nueva advertencia: «Hay cosas claras y personas con dos ojos suficientemente abiertos lo vería, pero yo no».
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