«La Semana Santa es un sentimiento que hay que vivir; la de este año no es la nuestra, es una versión más ‘light’, en horario infantil, pero al menos podemos acercar las imágenes a la gente». Así define, con cierto tono de resignación y conformismo, la Semana Santa que se está celebrando en Ferrol el presidente de su Junta de Cofradías, César Carreño. El coronavirus se ha llevado por delante las procesiones, pero no el culto de los fieles. «El año pasado tuvimos que quedarnos encerrados en casa. Al menos ahora podemos salir, con distancia de seguridad, pero nos resignamos a ello», expone el presidente de la Junta de Cofradías de Viveiro, José Veiga. Una idea que también apoya Carreño: «El año pasado estábamos en casa, y nos animamos a poner música, proyecciones en las paredes, y pedimos a los fieles que pusiesen imágenes en las casas a las que cada uno tuviese devoción. Pero ahora al menos estamos en la calle y eso es mucho más de lo que teníamos hace un año». La Semana Santa es una fecha especial para los devotos. «Hay cosas que podemos aplazar, hay cuestiones que se pueden hacer dentro de un año. Pero hay sentimientos que son tan fuertes que sí podemos adaptar a la nueva normalidad, podemos restringir cosas pero suprimir esos sentimientos nos es imposible», refiere Carreño. Porque, efectivamente, «la Semana Santa sigue existiendo», puntualiza José Ramón Muñiz, presidente de la Junta de Cofradías de Santiago. «Llevo diciéndolo dos años, la pasión, la muerte y la resurrección de Jesús está ahí, se vive y se siente igualmente. Lo único es que no podemos demostrarlo con las procesiones en las calles, esa es la única diferencia. Para nosotros, el sentimiento sigue siendo el mismo», incide. Por ello, estas tres cofradías, que componen uno de los mapas más importantes de la celebración de la Semana Santa en Galicia, decidieron ya hace meses que, aunque las imágenes no podrían salir a la calle debido a las restricciones obligadas por el Covid, los devotos tenían que presenciarlas. Lo harán a través de exposiciones, permanente en el caso de Viveiro y estáticas pero cambiantes en Ferrol y Santiago. Desde la ciudad departamental explican que han montado dos carpas, para mostrar las imágenes que tendrían que salir a procesionar ese mismo día. También estarán expuestas en las iglesias cofrades, «pero con ello lo único que queremos es que la gente pueda realizarles el culto con todas las medidas de seguridad necesarias». En Santiago también habrá exposiciones en las cofradías, en función del día, aunque muchos deciden dejarla durante un tiempo para que puedan acceder un mayor número de feligreses. Afluencia de visitantes El cierre perimetral de la Comunidad gallega también está castigando a la Semana Santa. En los últimos años la afluencia de visitantes, también de fuera de Galicia, estaba comenzando a incrementarse. Más aun en Viveiro, donde su celebración ya había sido declarada de Interés Turístico Internacional. Algo similar ocurre en Ferrol, que también recibió esta distinción en el año 2014. «Está siendo duro, pero la gente se está comportando como debe hacer y la respuesta está siendo buena», analiza Carreño. Haciendo sus propios cálculos, y aun sin confirmación oficial, el presidente de la Junta de Cofradías ferrolana considera que, solo el lunes, alrededor de «5.000 personas» pudieron visitar las carpas instaladas con las imágenes. «Pero se nota muchísimo toda la gente que no ha venido de fuera, como de Madrid o Valladolid», matiza Veiga. Aun así, es cierto que las expectativas, mermadas por las restricciones, se han superado «en lo que llevábamos de Semana Santa». Este jueves y viernes «son los días más fuertes», en los que se suele recibir un mayor número de visitas. Por ello, los presidentes de las tres juntas esperan que el volumen de personas crezca con más intensidad, «dependiendo también de la climatología». De todos modos, en Santiago tienen claro que, al menos en las previsiones, durante estos tres días la gente se desplazará más a Viveiro o a Ferrol, pero se muestran conformistas: «Los compostelanos y los cofrades sí que es cierto que han venido bastante a vernos en los últimos días en nuestras exposiciones, así que no nos podemos quejar». «No tenemos expectativas demasiado altas, lo importante para nosotros es que los cofrades y los fieles puedan ver las imágenes, pero no contemplé el número de visitantes con la que está cayendo», reitera el representante santiagués. Las diferencias son abismales con respecto a la de otros años, sin procesiones ni salidas, pero tratando de encajar este culto «a la nueva normalidad». Así que esperan que el año que viene, el 2021 quede en la memoria como «un recuerdo, malo, pero un recuerdo para que todo vuelva a la normalidad». «Pero no, desde luego que no: esta no es nuestra Semana Santa, esta es la Semana Santa del Covid», remata Muñiz en conversación con ABC.De España https://ift.tt/31BMetB
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