Bale pasa a un segundo plano

Ese umbral tan bajo para soportar el dolor ha condenado su carrera. Sus lesiones han cercenado su anhelo de continuidad en el Real Madrid. Ha dado títulos al club, con goles decisivos en Lisboa, en Marrakech y en Kiev, pero después desaparece. Ha comenzado un nuevo año, el octavo de Bale en la casa blanca, y la historia se repite. El galés jugó en Getafe el 4 de enero y se dolió. Reapareció en Copa, en Salamanca, el 22 de enero, marcó un gol y pidió el cambio. Esguince de tobillo. Se entrenó sin problema antes del encuentro de Zaragoza, pero no fue convocado. Ahora también ha sido descartado para el derbi. Todos, club, técnico y jugador, están hastiados de esta situación. Zidane y Bale no congenian y se nota. No pueden continuar así un año más Zidane está cansado de tener un jugador de calidad con el que no puede contar. Hay que decirlo con sinceridad: no congenian y se nota. El responsable de la plantilla no admite su falta de sacrificio para jugar y el futbolista se siente segundo plato y se equivoca al no entregarse para volver ser primer plato. Se observa falta de actitud. Bale pierde el tren y tanto Vinicius como Lucas le superan en el escalafón de la realidad, que es distinto al del caché. Los dos fueron titulares en La Romareda y han sido concentrados para medirse al Atlético. También James, que ha dado un salto adelante. Hoy, el británico vive en un segundo plano, ajeno al gen competitivo que sus compañeros demuestran cada tres días. El entrenador ha encontrado otros futbolistas que funcionan y demuestran querer darlo todo para continuar en el once. Primero fue Rodrygo, que le quitó el puesto en la Copa de Europa. Ahora son Vinicius y Lucas. El galés no consta. Todos están hastiados de esta situación, el club, el técnico y el jugador. Todos deben tomar una solución. No pueden seguir así un año más.

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