La Vuelta llega hoy a Andorra y para la mayoría de los ciclistas es como aterrizar en casa. Los corredores de medio mundo han convertido a Andorra en su nuevo lugar de residencia. Desde hace tiempo la elite del pelotón profesional se ha desplazado a vivir al Principado por tres condiciones fundamentales: las evidentes ventajas fiscales, la gran cantidad de puertos que tiene este pequeño país y los beneficios orgánicos que procura la altitud por el aumento de glóbulos rojos de manera natural. Es el sitio perfecto. El pionero fue Purito Rodríguez, vecino de Parets del Vallés (a unos kilómetros de Barcelona) y que en esta Vuelta es la imagen promocional de Caser, uno de los patrocinadores. «Yo me marché a Andorra en 2007 porque era un sitio estupendo para entrenar. Y como pasaba tanto allí, en 2011 decidí establecerme porque estaba más tiempo en Andorra que en mi casa». Purito Rodríguez emigró a Andorra y abrió una vía, que hoy es una tendencia en el ciclismo profesional. 52 corredores de diversas nacionalidades viven en el Principado. Nombres potentes. El último ganador del Tour, Egan Bernal; el protagonista de la temporada, Julian Alaphilippe; las promesas españolas del Movistar, Enric Mas y Marc Soler; los hermanos Yates, Simon y Adam; el director del Ineos, Nicolas Portal; muchos españoles (Rojas, Verona, Erviti, Castroviejo, Lobato, Luis León Sánchez, Prades, Dani Navarro, Cortina, De la Cruz); y algunos apellidos conocidos, como el colombiano Chaves, el australiano Rohan Dennis o el irlandés Dan Martin. Y así, más de cincuenta profesionales y otros muchos a la espera. Además de Purito, otros excorredores españoles como Ángel Vicioso y Xabier Florencio han instalado su residencia en Andorra. Además de un fantástico paraje para entrenar en altitud, los ciclistas tributan el diez por ciento de su sueldo y tienen que vivir al menos 90 días al año en Andorra para considerarse empadronados en el Principado.De Deportes https://ift.tt/2MOy1UZ
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