No es imposible pactar con el PSOE, aunque solo con figuras que «renieguen de las políticas de Sánchez». Con esta frase pronunciada ayer por José Manuel Villegas, la dirección nacional de Ciudadanos complica un poco más el posible pacto en Castilla y León entre la formación naranja y los socialistas, pues el candidato del partido de la rosa en la Comunidad, Luis Tudanca, es uno de los fieles defensores del líder nacional de su formación y presidente en funciones del Gobierno de la Nación. El número dos de Cs recuperó cada mensaje lanzado por su partido hasta este lunes, después de la ambigüedad expresada por la portavoz nacional de la Ejecutiva, Inés Arrimadas, en este arranque de semana, cuando se limitó a afirmar que el Comité Nacional de Negociación de Gobiernos creado estudiaría «caso por caso», sin poner sobre la mesa la figura de «disidentes del sanchismo». El objetivo prioritario de Cs sigue siendo acordar ejecutivos en coalición con el PP y lograr el apoyo externo de Vox sin entrar en negociaciones directas con el partido de Santiago Abascal. Esta preferencia supone un escollo para el diálogo que el candidato de Cs en Castilla y León, Francisco Igea, ha dejado abierto con populares y socialistas. Aunque ha abierto y cerrado puertas casi por igual a unos y otros, siempre ha sido más crítico con Alfonso Fernández Mañueco (PP) que con Luis Tudanca (PSOE) en un deje de su preferencia por el entendimiento con la izquierda. Pero no hay que olvidar que Tudanca no reniega de su líder nacional ni de sus posturas. «Alejados de extremos» Según dio a conocer ayer Villegas, de cara a ese diálogo, se crearán órganos negociadores a nivel regional y local, pero será en cualquier caso el comité a nivel nacional el que coordine y tome las decisiones. Así se lo hará saber Villegas a José Luis Ábalos (PSOE) y a Teodoro García Egea (PP), los únicos con los que mantendrá «conversaciones formales» para establecer relaciones de cara a la conformación de ejecutivos. Los pactos a todos los niveles deberán promover programas «centrados, liberales y moderados», y «alejados de extremos». Algo con lo que Villegas quiso dejar fuera tanto a Podemos como a Vox. Casado asegura que aspiran a que Ciudadanos sea su «socio preferente» en la formación de gobiernos Cierto es que no hay líneas rojas al PSOE, pero el secretario general de Cs sí que endureció el tono contra el partido de Sánchez para remarcar las diferencias con la actual afinidad con el PP. Villegas recuperó la palabra «disidente» como condición «sine qua non» para entablar negociaciones con los socialistas y elevó el listón: quienes deseen sentarse en la mesa de los liberales deberán comprometerse explícitamente con la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña. Falta por ver cómo se concreta ese requisito en el caso de que finalmente se fragüe algún pacto con el PSOE, pero hay fuentes del partido que señalan que el compromiso deberá recogerse por escrito. Algunos miembros de la Ejecutiva incluso, después de las palabras de Villegas, no ven posibilidad de acuerdo con el PSOE en ningún territorio. Pero hay que enmarcar esta postura en un escenario postelectoral en el que las negociaciones serán «muy duras». Por su parte, el presidente nacional del PP, Pablo Casado, también apuntó ayer a que su formación aspira a que Cs sea su «socio prioritario» para tratar de gobernar en comunidades ayuntamientos. Recordó que ya lo ha sido en los últimos cuatro años y puso Castilla y León como uno de esos gobierno «satisfactorios».De España http://bit.ly/2Me5gl2
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