Fernando Alonso aligera su calendario

Siempre un paso por delante de sus biógrafos, de los medios que lo han acompañado durante años por el mundo, Fernando Alonso dejó este miércoles un titular más en su extensa trayectoria por el automovilismo. Abandona el Mundial de Resistencia, certamen que podría ganar este fin de semana en las 6 Horas de Spa (Bélgica) si se dieran unas cuantas carambolas. Casi un año después de debutar en esta especialidad que lo transportó a su auténtico objetivo (vencer en las legendarias 24 Horas de Le Mans), el asturiano pliega velas en busca, dice, de nuevos objetivos con Toyota. Son el Dakar, la indomable prueba del desierto que en 2020 se disputará en Arabia Saudí, y la Nascar, la especialidad reina de Estados Unidos. Alonso tiene en su agenda probar una carrera de la Nascar en agosto con un Toyota Camry. El piloto que se inventó un deporte sigue con un ojo atento a los movimientos del mercado en la Fórmula 1 por si se dieran las coincidencias que le permitiesen volver a por el tercer título de su colección. Un cambio de rumbo en Ferrari sin Vettel, un McLaren dominante o un hartazgo de Hamilton en Mercedes son los únicos filtros que lo podrían devolver a la F1, pero de momento no hay síntomas de cambio y sus inclinaciones se vuelcan hacia Toyota. Este fin de semana concursa en la penúltima carrera de la denominada «supertemporada» del Mundial de Resistencia (WEC). Si gana en Spa, le valdría con ser segundo en las 24 Horas de Le Mans para adjudicarse el título junto a sus compañeros Sebastian Buemi y Kazuki Nakajima. El Toyota número 8 tiene 15 puntos de ventaja sobre el coche 7 de Conway, "Pechito" López y Kobayashi. Toyota Gazoo Racing comunicó que el neozelandés Brendon Hartley, expiloto de Toro Rosso en la F1, dos veces campeón del WEC y ganador de las 24 Horas de Le Mans en 2017 con Porsche, sustituirá a Alonso. «He disfrutado mucho formando parte de Toyota Gazoo Racing, pero este capítulo toca a su fin... Vencer en Le Mans fue uno de los puntos culminantes de mi carrera... Ahora es un buen momento para afrontar nuevos desafíos con Toyota», comentó Alonso a través del equipo. En su nueva vida de piloto total, Alonso podría llegar a competir en cinco especialidades diferentes del automovilismo. La Fórmula 1, la Resistencia, la Indy (su gran objetivo del año son las 500 Millas de Indianápolis, próximo 26 de mayo), el Dakar y la Nascar. Alonso tiene el rally Dakar en su agenda de trabajo, como publicó ABC el 21 de noviembre de 2018. El pasado 27 de marzo dio el primer paso «oficial»: realizó un ensayo general en el desierto sudafricano del Kalahari con el Toyota Hilux que ganó la última edición del Dakar. Tuteló el reconocimiento el piloto sudafricano de 47 años Giniel de Villiers, triunfador del Dakar 2009. Carlos Sainz padre, que también ha ganado el Dakar, posee un larga trayectoria de relación con Toyota y es amigo de Alonso, le ha animado a formar parte de esta aventura. Ningún piloto en la historia ha ganado el título de Fórmula 1 y el Mundial de Resistencia. Mucho menos, la F1, el WEC y el Dakar. Alonso le ha encontrado sentido a su giro vital lejos de la Fórmula 1. El otro desafío posible para el asturiano es la Nascar. Alonso ultima un acuerdo con Toyota para disputar una carrera de la Nascar en el mes de agosto. Podría ser una de estas tres: Glen International (4 agosto), Michigan International Speedway (119 o Bristol Motor Speedway (17). En caso de confirmarse el compromiso, el asturiano afrontaría la prueba con el Toyota Camry, que es el líder de la competición. Alonso ya realizó un test con un coche de la Nascar el pasado 26 de noviembre, un día después de su retirada de la Fórmula 1. Se subió a un Chevrolet Camaro en el circuito de Sakhir (Bahrein). «Me apena tener que despedirme de Fernando, y me gustaría darle las gracias de verdad por su aportación a esta fantástica temporada, durante la que ha dejado grabado su nombre en la historia automovilística de Toyota. Su pasión, su afán de ganar y su fuerza de voluntad para perseguir sus sueños son verdaderamente impresionantes». Así lo despidió el presidente de Toyota Gazoo Racing, Hisatake Murata.

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