a actriz vallisoletana Concha Velasco confesó en declaraciones a Ical tras recibir el Premio Max de Honor en el escenario del Teatro Calderón que pese a que, a lo largo de su vida ha recibido incontables «premios importantes», este le ha «emocionado de una manera especial». Velasco recordó que ella fue una de las fundadoras de los galardones hace 22 años, pese a lo cual nunca hasta ahora había conquistado la manzana diseñada por Joan Brossa aunque sí había estado nominada en algunas ocasiones. Acompañada de llamativas pulseras con las fotos de sus hijos y de todos sus nietos, la actriz afirmó sentirse «emocionada» por una gala «tan bien hecha» y «tan bonita». “Creo que es una de las mejores de los Max y he asistido a muchas”, afirmó. Además, reconoció que este reconocimiento le ha llegado en una semana espacialmente difícil para ella, tras conocer la muerte reciente de grandes amigos, entre los cuales citó a Analía Gadé, que rodó con ella «Una muchachita de Valladolid», el exdirector del Festival de San Sebastián Diego Galán, Alfredo Pérez Rubalcaba o la viuda de Pedro Lazaga, a quien recordó como su «gran amiga». «Llevo una semana… así que venir aquí ha sido maravilloso», señaló a Ical. Por su parte, la también vallisoletana Cristina Calleja a duras penas podía contener la emoción al ser consciente de que había recogido el galardón al mejor espectáculo de calle en un escenario donde ha trabajado anteriormente «con tantas compañías de la ciudad». «De repente, recoger una manzana por una creación de los dos a la que le hemos puesto tanto amor ha sido increíble», recalcó en presencia de David Moreno, su compañero en la creación de ‘Flotados’. Moreno subrayó que están viviendo «una semana fantástica» y «un subidón», al protagonizar la reciente inauguración del TAC, representar ahora durante tres días ‘Flotados’ en la plaza de San Pablo de Valladolid, y conquistar el Max. Por su parte, Calleja se refirió a las dificultades que los creadores afrontan a diario: «Es una profesión en la que nos exponemos mucho, primero porque trabajamos con nuestras propias emociones, con nosotros mismos, pero además arriesgamos todo, arriesgamos todo lo que tenemos para sacar adelante cada proyecto, y a veces arrastras a amigos y a familia incluso, y es duro seguir adelante». También atendió a Ical tras recibir el galardón Deborah Macías, figurinista de la compañía segoviana Nao d’amores desde 2003, premiada con el Max al mejor diseño de vestuario por «Comedia aquilana». Tras alzarse con el Max en su primera nominación, aseguró que el mero hecho de ser finalista ya era para ella «una gran satisfacción», de modo que «ahora recibirlo es una celebración». «Es un empujón para seguir adelante. Esta profesión es tan difícil que a veces estás tentado de tirar la toalla; a veces casi la tiras, pero estas cosas te animan a seguir», remachó.De España http://bit.ly/2WjQMDO
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