
Nadie se había percatado de los paralelismos que mantiene la trayectoria política de Tania Sánchez, actual diputada en el Congreso de los Diputados por Unidos Podemos, con la de Rosa Díez, ex dirigente de UPyD, hasta que este sábado publicó su #NuevaFotoDePerfil (como lo escribió) en Twitter con un rótulo que incluía su nombre y la frase «Sí Madrid 2019. Sí Equipo Errejón», de cara a las primarias de su formación. Su nueva imagen recordaba a los carteles de la líder de Unión Progreso y Democracia en sus últimos años de carrera antes de retirarse por el batacazo electoral en las Generales de 2015. Sánchez ha decidido emular su efigie y aparece con el pelo rubio cortado por encima del hombro, sin flequillo, raya al lado izquierdo, y una chaqueta magenta (no morada, no, rosa fucsia). ya estás preparada para upyd, unos meses más.......— Miguel Alustiza (@Miguelalus) 21 de abril de 2018Pero si hay algo que comparten estas dos políticas -dejando al margen sus ideologías contrapuestas- es su gusto por el cambio de siglas. La vizcaína Rosa Díez, una histórica socialista, comenzó su andadura política sumándose a las filas del sindicato UGT, al igual que lo hizo la madrileña Tania Sánchez echando a rodar su trayectoria desde otra asociación sindical, en su caso, Comisones Obreras. Díez defendió su escaño con el PSOE en el Parlamento vasco desde 1987 a 1998. De 1999 a 2007 fue eurodiputada. Poco a poco se fue alejando de su partido de cuna porque no comulgaba con las negociaciones que mantenía con ETA en el País Vasco. Era más dura y crítica. Sus ideas iban cayendo en cascada hacia el centro derecha, y el punto y final con sus compañeros llegó cuando se abstuvo en la Eurocámara mientras su bancada votaba a favor del proceso de paz con la banda terrorista. Díez cortó la rosa y se fue con la espina. Salió del PSOE y comenzó a coquetear con Ciutadans de Catalunya. Con unas líneas y un programa similar, fundó rápidamente su propio partido en 2007: UPyD. En las Elecciones Generales de 2008 logró un escaño; en 2011 sumó 5. En 2015 se estrelló y colgó la chaqueta. «Never, never» Para cuando la artífice de UPyD se retiró de la política, Tania Sánchez desertó de Izquierda Unida, partido al que había pertenecido desde 2003 para formar el suyo propio junto a Mauricio Valiente, actual concejal del Ayuntamiento de la capital por Ahora Madrid. Juntos impulsaron Convocatoria x Madrid, que se difuminó para integrarse en Podemos y el partido de Manuela Carmena. IU le permitió a Sánchez erigirse como concejal en Rivas Vaciamadrid de la cartera de Cultura, Fiestas y Cooperación al Desarrollo entre 2007 y 2011. En 2011 pasó a las listas de la Comunidad de Madrid y se convirtió en diputada por la Asamblea. A finales de 2012 presentó su candidatura para ocupar la coordinación general de IU en la Comunidad de Madrid, pero fue la menos votada frente a la actual condejal de Carmena Esther Gómez y Eddy Sánchez, que resultó el vencedor. El escándalo de las tarjetas Black que salpicó a IU y sus dirigentes, así como las discrepancias con la federación madrileña la llevó, junto a otros compañeros como Valiente y Hugo Abarca a dejar la formación. El sector crítico de IU, en el que se encontraba Sánchez, pedía la cabeza de los implicados, mientras que el partido en la Comunidad hacía oídos sordos. A día de hoy, los usuarios de Twitter, como los votantes, n o olvidan la frase categórica de Sánchez del 5 de febrero de 2015 tras desligarse de IU sobre la hipótesis de fusionarse con Podemos. «No. Punto. No vamos a entrar en Podemos. Punto», aseguraba la entonces pareja de Pablo Iglesias. Tanto ella, como todos los que se fueron del partido, actualmente de Alberto Garzón, acabaron en las listas de Podemos.
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