La otra cara del caso de supuesto maltrato en Getafe: el respaldo de varias madres a los docentes

Después de conocerse la primera denuncia por presuntos malos tratos a un niño autista de 8 años, una segunda familia señaló al colegio Santiago Ramón y Cajal de Getafe. Sin embargo, también hay otras familias cuyos hijos son alumnos de este centro educativo especial que respaldan la profesionalidad de sus docentes. Este es el caso de Yolanda Rebella, quien confiesa a ABC que nunca ha visto «nada irregular», por lo que apoya «completamente» al colegio, cuyo día a día se ha visto trastocado desde que estallara el caso. «Me sorprendió mucho la noticia», reconoce María Rosa Rodríguez, la madre de otro alumno que, según sus palabras, «siempre ha recibido un buen trato» por parte de los profesionales del centro. Quizá en virtud de su vivencia y tras escuchar los audios, esta madre cree que las grabaciones publicadas «están sacadas de contexto». A su vez, cuestiona que unos padres mandaran a su hijo con una grabadora oculta al colegio:«No es constructivo». «Tengo confianza total y absoluta en el centro, empezando por la directora», añade esta mujer, quien, sin embargo, también se muestra firme en «que se saque toda la verdad» y «que la Justicia mire lo que se ha hecho mal». Precisamente, a esa instancia acudió la familia del menor que presuntamente habría sido víctima de maltrato durante su estancia en el colegio. «El centro en todo momento se puso de parte de los profesionales, cuestionándonos y culpando al niño», denuncia esta familia al ser preguntada por este diario. Los padres del menor consideran «inexplicables» las pérdidas súbitas de fuerza del chiquillo, a la vez que lamentan que el colegio no les ofreciera «ninguna explicación»:«Una vez que descubrimos lo que le pasaba a mi hijo, le abrieron un expediente disciplinario al pequeño, con la pretensión de interrogarle, y nos amenazaron con abrir un protocolo por absentismo escolar, con llamar a la Policía y a los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Getafe». «Es impagable» Otra madre, que prefiere guardar el anonimato para no perjudicar a su hijo, califica al personal docente de su hijo como «una segunda familia»:«Estamos encantados». De hecho, insiste en el perfil vocacional de estos trabajadores:«Su trabajo es impagable. Esta gente está aquí porque disfruta con ellos». Así, esta madre admite que le «cuesta creer» las informaciones publicadas a lo largo de la última semana:«Si no estuviera contenta, no estaría aquí mi hijo».

De España https://ift.tt/2K7xglk