miércoles, 11 de abril de 2018

Guardiola, expulsado de Europa

No hubo milagro en el Etihad Stadium y Pep Guardiola falló por segunda temporada consecutiva en Europa con el Manchester City, como ya le ocurrió en el banquillo del Bayern, con el que fracasó en sus tres intentos por alcanzar la final. Pese al rápido gol de Gabriel Jesus en el segundo minuto de un duelo eléctrico y vibrante, el golpe recibido en Anfield (3-0) resultó insalvable y el equipo del técnico español se despidió del sueño de la Champions en los cuartos. Otra decepción para su jefe, el jeque Mansour bin Zayed Al-Nahyan, que vuelve a ver cómo la millonada invertida para reforzar la plantilla no le sirve para colocar a su club entre los cuatro mejores del continente. Lugar de privilegio al que regresa el Liverpool una década después de la mano de Jurgen Klopp a pesar del sufrimiento que le tocó vivir ante un City, estea noche, muy superior en el primer acto. Tras el descanso, Salah y Firmino certificaron la clasificación del Liverpool y expulsaron de Europa a Guardiola, que encima montó una bronca tremenda con Mateu Lahoz y vio la tarjeta roja. Después de su marcha del Barça, con el que conquistó tres títulos arropado por un Messi en erupción, el idilio de Guardiola con la máxima competición continental parece roto. El técnico celebró tres Bundesligas seguidas, pero decepcionó en Europa en su etapa con el Bayern, eliminado sucesivamente en semifinales por Real Madrid, Barcelona y Atlético. La mudanza al fútbol inglés no ha mejorado la trayectoria del técnico en la Champions y en sus dos primeros intentos con el Manchester City se ha estrellado con más fuerza.Este martes soñó con la remontada cuando Gabriel Jesús envió a la red una asistencia de Sterling en un fogoso inicio que tuvo continuidad durante todo el primer tiempo. Mateu Lahoz, a instancias de su linier, se equivocó groseramente al anular por fuera de juego un segundo tanto a los locales antes del descanso y Guardiola, que volvió a lucir el lazo amarillo en su pecho, se encaró airadamente con el árbitro al término de una primera mitad de color con un único color, el azul del City. El balón que empujó Sané a la red venía de un rival y el técnico, que perdió los nervios, fue expulsado en su camino a los vestuarios. El entrenador, con muy malos gestos y desquiciado, se dirigió al colegiado valenciano en inglés mandándole callar («shut up!»). El Mónaco eliminó el pasado curso al Manchester City en octavos de final y el sueño de esta temporada se cerró esta noche en los cuartos, una pobre evolución para uno de los clubes económicamente más poderosos. En los dos últimos años, su propietario ha desembolsado 638 millones de euros (315 esta campaña) para intentar construir un equipo campeón tanto en casa como en Europa, pero Guardiola no ha conseguido guiar la nave a la final soñada. Que el Liverpool, un conjunto con mucho menos presupuesto y poco peso en Europa a lo largo de la última década, se convirtiera esta martes en un nuevo verdugo amplifica la sensación de fracaso a pesar de la buena primera parte desplegada ayer por los de Guardiola. En el duelo entre ingleses, que recordó a un partido de la Premier por su intensidad y fogosidad, el Liverpool supo sufrir y apretar los dientes. El conjunto de Klopp, desbordado de inicio, tardó 40 minutos en asomar en el área rival. El final del primer acto resultó una locura porque Bernardo Silva pudo marcar el 2-0 en un lanzamiento que se estrelló en el palo.Segundos después llegó la polémica jugada del gol anulado que acabó provocando la expulsión de Guardiola en su camino a los vestuarios. Aparición de Salah Desaparecido en la primera parte, el primer zarpazo del egipcio Salah supuso el empate al Liverpool en el inicio del segundo acto. Ese tanto y la mayor conexión de los «reds» enfrió los ánimos del Manchester City, que asumió su triste epílogo continental con el tanto de Firmino. Pep Guardiola, otra vez fuera de Europa, se resignó desde la grada.

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