El Madrid mima a Keylor Navas

Keylor Navas fue el mejor guardameta en el Mundial de Brasil y el Real Madrid le fichó cuando Van Gaal intentaba llevárselo al Manchester United. Llegó al campeón de Europa y soportó la suplencia ante Íker Casillas. Un año después iba a ser intercambiado con De Gea y la burocracia de los contratos impidió el fichaje. Desde entonces ha sido titular del conjunto blanco durante tres años en los que nunca dejó de oír, que no escuchar, que Courtois, Donnarumma, Allison y el propio De Gea serían su relevo. Kepa fue su última amenaza, el pasado mes de enero. Solo costaba veinte millones. Pero Zidane y la plantilla, encabezada por Ramos, apoyaron siempre al costarricense. El club, con el entrenador al frente, desechó la adquisición del cancerbero vasco, porque no quiso romper la armonía del plantel a mitad de temporada. Un grupo que ha ganado siete títulos con el marsellés. El responsable del Real Madrid lo confirmó una hora después de presenciar la brillante actuación de Kepa en el Bernabéu. El fallo importante de Keylor ante la Juventus, que supuso el 0-3, ha supuesto el último golpe duro contra la integridad psicológica, humana y deportiva de Navas, que no ha dejado de sentirse vapuleado con la baraja constante de sustitutos reales y ficticios, fabricados por los agentes FIFA que aprovechan esa herida para poner a sus representados en el mercado. En ese momento bajo del portero surgió el equipo para demostrarle su ánimo y su escudo protector. Demostración de confianza Cuando Cristiano marcó el gol de penalti que significó el 1-3 y la clasificación ante la Juventus, un hombre estaba sentado en la esquina del vestuario madridista. No se abrazaba a Marcelo y a Ronaldo, que era felicitado por sus compañeros. Se sentía muy mal. Su error pudo costarle la eliminación al club. Los veteranos del plantel se dieron cuenta de su soledad. Y el capitán, Ramos, lideró la iniciativa. Acudió a darle ánimos junto a Marcelo y Nacho. Desde entonces, el sevillano y todos los líderes de la plantilla han estado pendientes de Keylor para apoyarle y demostrarle la confianza en su valía. El arquero se ha sentido arropado por el grupo y especialmente por su capitán, que es sobre todo su amigo y su máximo defensor. Navas ha agradecido ese muro que el plantel ha colocado a su alrededor. Y devolvió esa confianza con excelentes partidos frente al Málaga y especialmente ante el Athletic, en dos acciones salvadoras, una parada y una salida para frenar a Williams aún con el 0-1, que pudieron costar los tres puntos al Real Madrid. El centroamericano sabe que tiene un examen final de curso: la semifinal ante el Bayern. Quiere resarcirse de la mala sensación vivida ante la Juventus. Si supera junto a sus compañeros esa prueba tendrá otra, la última de la temporada, la decisiva, en Kiev. El equipo está a su lado y este domingo, tres días antes de la batalla de Múnich, será el protagonista principal de la cumbre de la Peña Ramón Mendoza en su trigésimo aniversario. Será nombrado socio de honor de la peña, presidida por Efigenio Albadalejo, en una cita a la que asistirán Florentino Pérez, directivos, otros futbolistas de la plantilla y diversos exjugadores inolvidables en la historia de la entidad.

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