Empieza la ACB y, mientras calientan las canchas de la Liga Endesa, Unicaja se presenta con dos títulos debajo del brazo y la aspiración a ser la sal en todos los guisos. Prudentes, nadie en el club promete títulos, pero sí entrega, lucha y diversión. El equipo de Málaga sabe que es muy difícil quitar los trofeos a Madrid o Barcelona, pero quieren ser la alternativa a los dos gigantes si les falla el aliento. Para ello llegan como campeones de la Copa Intercontinental y de la Supercopa, con un entrenador, Ibon Navarro , que levanta pasiones en el Martín Carpena por su honestidad, entrega y cercanía con una afición que nunca desfallece. —¿Cómo ve esta nueva temporada que empieza? —Real Madrid y Barcelona siguen siendo dos transatlánticos que a nivel de diseño de plantillas, por el potencial económico que tienen, pues están por encima de los demás. Eso es inevitable. Creo que Valencia y Baskonia van a mejorar mucho. Han hecho un esfuerzo por mejorar las plantillas e incorporan dos entrenadores que van muy bien con la idea de juego que se pretende. Estos cuatro equipos están un poco por encima de los demás. Y luego es complicado. Creo que el nivel medio de la ACB ha subido muchísimo. Ha habido mucho trasvase de jugadores con experiencia, han vuelto de fuera otros con experiencia fuera... Y luego hay clubes que igual no tienen la capacidad económica para aspirar a esos jugadores que siempre te dan un plus, pero han tenido que salir a fichar jugadores nuevos en la Liga. Eso refresca mucho la competición. Ahora mismo no te sabría decir sólo diez equipos que pueden clasificarse para la Copa. Me parece que hay muchos equipos que a nada que les salgan las cosas un poco bien son súper competitivos. El nivel es súper alto. —¿Dónde debe estar Unicaja? —Tenemos que estar justo por detrás de los cuatro equipos que te he dicho: Real Madrid, Barcelona, Valencia y Baskonia. Creo que el hecho de competir en la Euroliga les obliga, entre comillas, a tener una capacidad y un potencial deportivo muy alto. Meto a Valencia aunque no juegue Euroliga, porque es una plantilla hecha para jugar la Euroliga y un entrenador que les va a sacar el 200%. Creo que nosotros estamos, si no con ellos, justo detrás. En ese escalón. Queremos estar ahí arriba; molestar al Real Madrid y al Barcelona. No sé si un poco por delante, por detrás o en medio de entre los dos, pero tenemos que estar ahí. —¿Optando siempre a los títulos? —Sí. Sería un error obligar a que las expectativas establezcan un nivel de éxito en los títulos para este equipo, porque ganar es súper difícil. Al final hemos visto que la Supercopa, que es una competición que no deja de estar encuadrada en un período de pretemporada, lo ha ganado siempre en los últimos seis años el Real Madrid. ¿Y los títulos ligueros? Se han repartido los últimos años entre dos clubes, salvo la aparición del Baskonia en la famosa burbuja de Valencia. La Copa del Rey también de Madrid y Barcelona, salvo la aparición del Unicaja en Badalona. Con lo cual, no puede ser que el límite entre una buena temporada o una mala temporada para el Unicaja sea ganar títulos. Nosotros tenemos que estar siempre ahí y ser un equipo que compita y que la gente piense que podemos ganar. —Y divertirse. —Tiene que ser así. Somos un equipo que los jugadores se divierten jugando, y cuando no lo han hecho nos ha ido mal. Nosotros somos un equipo que necesita que haya pasión y diversión. Eso es importante para nosotros. Y se contagia. Los trofeos son fantásticos, pero para mí el mayor logro que ha conseguido este equipo en los últimos dos años ha sido que contra el Girona no haya ni una entrada libre. Eso es el mayor éxito. Es casi imposible conseguir una entrada. Se ha vuelto a la época del 2005 con Sergio Scariolo, donde había lista de espera para ser abonado del Unicaja. Ahora mismo no hay más abonados porque no se puede. Lo siento mucho, pero el mayor trofeo de este equipo es ese, que ahora mismo veas por la calle un montón de camisetas verdes de Unicaja y del Málaga de fútbol. Eso es una pasada. Vayas donde vayas. Vivo muy cerca de dos colegios y no hago más que ver niños con camisetas verdes del Unicaja y azules y blancas del Málaga. Eso es súper bonito. En maravilloso que una ciudad ahora mismo esté tan emocionada con el deporte profesional de Málaga. —¿Por qué ese fervor? —Al final esto va de ganar. Si tú ganas partidos, todo el mundo está más contento. Y luego, además, si ganas partidos y la gente se divierte... Pero también te digo que la afición del Unicaja es muy agradecida. A nada que les das y ya está. Vienen de unos años en los que ni ganaban ni se divertían. Con lo cual, a nada que has ganado los agradecen. Encima tienes un grupo de jugadores que transmiten esa diversión, buen rollo y estado de felicidad. La gente se divierte. La clave es cómo ganamos. Hemos tenido suerte en el reclutamiento de muchos jugadores, que son buenas personas. Tenemos todos los jugadores de un nivel similar. No hay ninguna estrella. Ahora, de repente un día luce uno y otro día luce otro,
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