¿A quién no le ha entrado el sueño en un lugar poco apropiado alguna vez? Eso mismo le ha pasado al Duque de Cambridge que este miércoles acudió, junto con Meghan Markle y el Príncipe Harry, a un servicio religioso que se celebraba con motivo del Día de ANZAC, que honra a los soldados de las Fuerzas Armadas australianas y neozelandesas que «sirvieron y murieron en todas las guerras, conflictos y operaciones por el mantenimiento de la paz», como bien explica el Palacio de Kensington. Lo que el Príncipe Guillermo no se esperaba en pleno acto es que no pudiese resistirse a la tentación de echarse una cabezadita en la Abadía de Westminster, a juzgar por las imágenes del evento. Algo que no es de extrañar teniendo en cuenta la semana tan ajetreada que lleva. El pasado lunes se convirtió en padre por tercera vez de un niño, cuyo nombre aún está por conocerse. Dos días después, el Príncipe Guillermo ya estaba de nuevo con su agenda oficial. Además del estrés de la llegada de un nuevo bebé a la familia -con la privación de sueño que eso implica-, también están los preparativos de la boda de su hermano, el Príncipe Harry, con Meghan Markle, de la que finalmente será el padrino. Life with a newborn baby. 😴😂 pic.twitter.com/I3c6bF5HkR— People (@people) 25 de abril de 2018No es el primero ni el último que se queda dormido. Este jueves fue el propio abogado de Bill Cosby el que se echó una cabezadita, durante aproximadamente media hora, mientras que el juez encargado del caso de asalto sexual leía la declaración que hizo el cómico en el primer juicio -se disolvió ante la incapacidad del jurado por llegar a un veredicto-.De Estilo https://ift.tt/2r3cxWY
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