El éxito electoral de Vox en Cataluña ha abierto un horizonte nuevo al partido que lidera Santiago Abascal. El ‘sorpasso’ al PP le ha situado en una posición de fuerza frente a Pablo Casado. Un lugar que había perdido tras las elecciones autonómicas en Galicia y País Vasco y, sobre todo, tras el golpe moral que le propinó el dirigente popular en el debate de la moción de censura. Abascal ha ajustado cuentas con Casado y ahora está en tablas, pero ya prepara la próxima partida, que se jugará en terreno andaluz en diciembre de 2022. Unas elecciones con una gran importancia estratégica, ya que serán previas a las generales de 2023, donde el centro derecha se juega mucho. Si Abascal suma a su éxito en Cataluña un avance importante en Andalucía, llegará a las generales con posibilidades de acercarse a los populares. El derrumbe de Ciudadanos en Cataluña benefició a Vox y en Andalucía, si presentan un candidato con tirón electoral, también pueden quedarse con parte de ese voto. La distancia entre PP y Vox es mínima. En las generales del 10 de noviembre de 2019 los populares solo superaron a Vox por siete mil votos (874.190 frente a 867.429). Los de Abascal sumaron 254.502 votos más en la repetición electoral (de los 612.921 el 28-A pasaron a 867.429). División en el Parlamento En este contexto es donde se podría situar la «operación Olona», el posible desembarco en Andalucía de la portavoz adjunta del Grupo Vox en el Congreso y diputada por Granada, Macarena Olona. Una dirigente con cada vez más peso y proyección, que concita unanimidad en cuanto a su solidez y liderazgo. Su presencia el pasado 28 de febrero, Día de Andalucía, en un mitin en Sevilla , ha alimentado las especulaciones sobre esta operación. Vox en Andalucía se encuentra huérfano de candidato a las elecciones autonómicas, tras el fiasco de la apuesta por el juez Francisco Serrano. El parlamentario tuvo que dejar su escaño y el partido en septiembre de 2020, después de que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía le abriera diligencias por un supuesto fraude en unas subvenciones recibidas. A ello hay que sumar la división interna que hay en el grupo parlamentario, en el que una parte de los doce diputados se ven anulados por Alejandro Hernández, actual portavoz, y por su núcleo cercano, del que forman parte Rodrigo Alonso y Manuel Gavira. Abascal tiene dos años para forjar un líder en Andalucía que frene la consolidación del actual presidente de la Junta, Juanma Moreno, que gobierna con los 21 diputados de Ciudadanos y el apoyo externo de los 12 de Vox. La gestión del dirigente popular cuenta cada vez más con la aceptación del votante de centro derecha, no solo del PP sino también de Vox. Si esta formación no presenta un candidato de relieve, Moreno puede llevarse parte del voto de Abascal y consolidar su liderazgo. Si Vox apuesta por Olona u otro candidato de peso, puede contener el empuje de Moreno. Si Ciudadanos se derrumba, la única opción de Gobierno en Andalucía podría ser un pacto entre PP y Vox que aupara a este último a ocupar una Vicepresidencia de la Junta. Un buen escenario para encarar las elecciones generales del 2023, si Sánchez no opta por adelantar los comicios y zanjar así la tensión que mantiene con Podemos en el seno de la coalición de Gobierno. Dentro de Vox, la «operación Olona», «la ven muy factible», según las fuentes consultadas por ABC. Y ella misma, en una entrevista en Canal Sur, alimentó su viabilidad al afirmar que estará siempre a disposición del partido. Estas fuentes apuntan que «a Vox le hacen falta líderes autonómicos». «Nos gusten o no las autonomías, tenemos que tener líderes allí y Olona ha adquirido en poco tiempo un liderazgo porque tiene impulso y gran capacidad de trabajo», apuntan.De España https://ift.tt/3sVqvsf
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