
Nabil Fekir anotó ante el Levante uno de los goles más bonitos de la temporada. Tras recibir de espaldas y casi pegado a la línea del centro del campo, el jugador del Betis burló a todos los rivales que le salieron al paso para plantarse ante el portero y batirle con la frialdad de una auténtico delantero centro. La carrera del futbolista francés fue de esas que, de estar llenas las gradas, habría levantado cada vez a más aficionados según eludía contrarios. Finalmente se plantó ante Aitor Fernández con una pasmosa facilidad para, de la misma forma, batirle por entre las piernas.
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