jueves, 2 de noviembre de 2023

Vitolo, el futbolista olvidado en una infinidad de lesiones

En esta noche de viernes, Las Palmas y el Atlético de Madrid (21.00 horas, Movistar La Liga) abren la duodécima jornada liguera en el Estadio Insular, donde ya no quedan billetes. Son dos equipos felices que viven tiempos de calma y bonanza; representan uno y otro dos maneras casi opuestas de jugar bastante bien al fútbol y, claro, el partido se intuye bonito, enérgico, disputado. Pero, más allá de las alegrías que protagonizan el presente de madrileños y canarios, un nexo no demasiado halagüeño une a ambas entidades. Él es Vitolo Machín (Las Palmas de Gran Canaria, 1989), un futbolista que, antes de ser condenado al olvido por las lesiones, deslumbró en el club de su ciudad natal, fue uno de los artífices del Sevilla que levantó tres trofeos de Europa League consecutivos, representó a la selección española y propició que el Atlético pagara los casi 36 millones de euros de su cláusula de rescisión en 2017. Seis temporadas después de aquel fichaje, pocos han sido los placeres deportivos del jugador canario, cuyo historial de problemas físicos, propio de un parte de guerra, le ha impedido rendir con regularidad tanto de rojiblanco como en los lugares donde intentó restaurar su confianza en calidad de cedido. Tiene hoy 34 años, continúa a sueldo del Atlético pese a no estar inscrito en ninguna competición (tiene contrato hasta junio de 2024) y, desde Las Palmas, está en pleno proceso de recuperación tras someterse en mayo a una reconstrucción completa de la plastia del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Esta lesión, junto a un problema similar sufrido en la misma rodilla en 2010 que le obligó a perderse 30 partidos, es la más compleja que ha padecido al canario. No obstante, su presencia en la enfermería ha sido una constante desde que el interior diestro reforzara al Atlético de Madrid. El camino de Vitolo en el Metropolitano empezó realmente con más luces que sombras. Cierto es que nunca se agarró con ahínco a la titularidad, pero era un recurso de calidad en el juego exterior atlético. Algunos problemas musculares y un esguince de rodilla complicaron sus pasos iniciales de rojiblanco; aunque, sin embargo, en su primera temporada completa, la 2018/19, jugó 28 partidos. En la siguiente, la más estable de su sinuoso periplo en la capital, finalizó 35 encuentros, marcando tres goles y repartiendo tres asistencias entre Liga, Copa, Supercopa de España y Champions League. Desde entonces, el hábil interior entró en un maelstrom de complicaciones musculares, suplencias... y, en el curso 2020/21, apenas jugó 450 minutos entre todas las competiciones. Cesiones accidentadas Buscó entonces el canario una alternativa al banquillo y fue el Getafe quien le ofreció un refugio en el estío de 2021. La cesión parecía una buena oportunidad en la reconstrucción de un jugador que un día fue determinante: llegaba a un equipo que deseaba volver a la estabilidad de la media tabla alta de la Liga, donde vivió durante años junto a José Bordalás. Pero aquel Getafe de Míchel fue una rácana calamidad que encadenó siete derrotas en sus primeros siete partidos ligueros. Vitolo participó en cuatro de ellos antes de volver a sufrir otra rotura muscular y, cuando regresó a la dinámica del grupo, ya bajo la batuta de Quique Sánchez Flores, el atacante solo pisó el verde en tres encuentros más en un total de 20 minutos de juego. Sin mayor relevancia que siete partidos incompletos en Liga, los días de Vitolo en el sur de Madrid llegaron a su fin. Noticia Relacionada Fútbol estandar Si Old Trafford, un coladero desde la marcha de Alex Ferguson Sergi Font El Manchester United sufre en la última década las mismas derrotas en su estadio que durante los 27 años que duró la era del técnico escocés Sin continuidad ni destellos de calidad en el Coliseum, el lugar del exinternacional español en la plantilla del Atlético era utópico. Otra cesión se intuía como el desenlace más lógico y, en los instantes primarios del curso pasado, el club de su vida acudió a su auxilio. Pero, en definitiva, tampoco fue placentera la experiencia : tan solo disputó ocho partidos entre lesión y lesión en la vuelta de Las Palmas a Primera división. Sin embargo, seis meses después de su rotura de ligamento cruzado, el jugador de banda ve la luz al final del túnel: ha comenzado a tocar balón en los entrenamientos individualizados que realiza en la ciudad deportiva de Las Palmas. «¡Ya estoy tocando el balón! Durante tanto tiempo he estado esperando este momento, es una sensación única. Una lesión puede desmotivarte, pero creo que si lo tomas como una oportunidad de superación lograrás que esta sea tu mayor motivación», escribía recientemente Vitolo en sus redes sociales. Entretanto, Su vinculación con el Atlético acabará a final de temporada, aunque no sería descabellada una salida en enero si el club rojiblanco rescinde su contrato. Si así fuera, su regreso a casa , más aún con la inevitable marcha de Viera, sería coherente. Los rumores son cada vez más ruidosos en la isla de Gran Canaria.

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