
El comando que asaltó la Embajada de Corea del Norte en Madrid el pasado 22 de febrero tenía formación militar. La Policía lo sospechó desde el primer momento y dos meses después esas sospechas se han materializado con la detención por parte de agentes estadounidenses de un exmarine:Christopher Ahn, miembro del grupo disidente norcoreano Defensa Civil Cheollima (CCD), que se atribuyó el ataque. El arresto se llevó a cabo a petición del titular del Juzgado Central 5 de la Audiencia Nacional, José de la Mata, instructor de la bautizada como operación Nollam. La Brigada de Información de Madrid identificó a los cuatro días del violento ataque –en el que interrogaron y torturaron a los diplomáticos norcoreanos– al líder del asalto, el mexicano Adrian Hong, y en siete días lograron poner nombre a varios mercenarios más: el número dos, Sam Ryu, ciudadano estadounidense, y al surcoreano Wooram Lee, entre otros. Contra todos ellos se dictó orden internacional de detención, pero el primero en ser arrestado ha sido el exmarine, que formó parte de este cuerpo de élite durante casi una década y que después ocupó cargos en órganos de la inteligencia norteamericana. Los investigadores están convencidos de que no es el único atacante con formación militar, basándose en los indicios recabados y tienen previstas nuevas identificaciones en los próximos días, según ha podido saber ABC. España ha pedido la extradición de todos ellos. Desde el verano Los agentes, especializados en terrorismo yihadista y radicalismos violentos, han averiguado además que el comando de mercenarios, contratados varios meses antes y que llevaban planificando el ataque desde el verano de 2018, podría estar implicado en la supuesta deserción del exembajador de Corea del Norte en Italia. En octubre de 2017 el entonces embajador norcoreano en ese país, Mun Jong-nam, fue expulsado en protesta por las pruebas nucleares y los misiles de largo alcance. Su puesto lo ocupó de forma interina como encargado de negocios, Jo Song Gil, que desapareció en noviembre de 2018 de la embajada con su esposa. Los agentes cuentan con datos objetivos de la presencia en Italia en esas mismas fechas de algunos de los mercenarios que actuaron en España en febrero, sin que hasta el momento se sepa con certeza si Song Gil desapareció de forma voluntaria o a la fuerza. Junto a esta vía abierta, los agentes de Información han constatado ya que el grupo sabía que en la fecha concreta en la que actuaron en Madrid en el interior de la Embajada se encontraba el material electrónico y documental que buscaban para lo que habían sido contratados muchos meses antes. El encargo consistía, por un lado, en robar equipos informáticos encriptados y las claves que utiliza Corea del Norte para comunicarse de forma segura, así como documentos relacionados con el programa nuclear de Pyongyan; y, por otro, tratar de reclutar a personal diplomático norcoreano relevante. El objetivo concreto era, igual que en Italia, el encargado de negocios que actuaba como embajador. Yun Sok So fue torturado durante horas en una habitación del sótano de la Embajada cuando rechazó la propuesta de los asaltantes de darle una salida segura a él y a su familia en otro país. Querían también humillar al régimen norcoreano y para ello grabaron vídeos rompiendo los retratos de los líderes de dicho régimen. Parte de una de esas grabaciones ya la publicaron y los agentes creen que publicarán nuevo material. Los atacantes (diez), divididos en tres grupos de acción, sustrajeron los discos duros de grabación de las cámaras de seguridad por lo que creían que actuaban con impunidad absoluta, pero los agentes de Información que empezaron a trabajar la misma noche del asalto lograron recuperar las grabaciones más importantes. Saben que Adrian Hong, que no ha sido detenido aún, supervisó personalmente la actuación de cada mercenario. Los seleccionó él; ya había «trabajado» con ellos en operaciones similares. Los asaltantes controlaron el edificio en menos de un minuto Los investigadores de la Brigada de Información de Madrid, especializados en terrorismo yihadista y radicalismos violentos, tuvieron claro desde el minuto uno que la toma de la Embajada era obra de un equipo táctico policial o de fuerzas especiales.En menos de un minuto consiguieron hacerse con el control del edificio diplomático y de su personal. Los agentes consideran que se trata del incidente de mayor gravedad ocurrido en suelo europeo en los últimos añós, y en el que dan casi por seguro que podrían estar involucrados agentes capaces de desatar una «importante crisis internacional». Hasta el 31 de marzo, más de un mes después Corea del Norte no se refirió a estos graves hechos que calificó de «ataque terrorista», cuando ya se conocían las identidades y nacionalidades de algunos de los asaltantes. Fue entonces cuando pidió al Gobierno español una investigación sobre estos hechos. Corea delSur, también se ha interesado recientemente por el avance de la investigación y por la identidad y relaciones de los asaltantes, dado que entre ellos hay algunos nacionales surcoreanos, según confirmaron a ABC fuentes de la investigación. Estados Unidos, en concreto, la agencia de inteligencia (CIA) también está en el punto de mira, pese a que tanto la agencia como el representante del Gobierno estadounidense en España niegan cualquier relación y han asegurado que van a colaborar con la investigación española para detener y extraditar a los implicados.
De España http://bit.ly/2VkrBk2
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