martes, 30 de abril de 2019

Mirando a Igea

De ser hasta hace tan sólo tres meses un desconocido diputado de Ciudadanos, a convertirse en la persona que puede decidir quién gobierna en Castilla y León dentro de 26 días. Así está la cosa para Francisco Igea. A su partido nada parece pasarle factura en esta Comunidad: ni los pucherazos de las primarias, ni su escaso perfil rural, ni los «robos» de candidatos. Cs ha conseguido hacerse su propio hueco en esta inesperada escalada del PSOE. El granero de votos del PP en Castilla y León ya es, como los silos del campo, historia. Cierto es que el voto del centro-derecha en la Comunidad supera con creces (17 puntos y 259.000 votos) al de la izquierda, y es ahí donde Alfonso Fernández Mañueco tendrá que batirse en duelo. Casado no ha convencido ni tan siquiera por paisanaje en su provincia palentina, pero el PP de Castilla y León aún cuenta con una maquinaria y presencia territorial potente. Por eso, y sin menospreciar el auge del voto socialista, extrapolar los datos de las generales a unas autonómicas o municipales acarrea riesgos. En cualquier caso, a Mañueco se le complican las cosas y tendrá que reconducir la campaña: atacar al resto de las derechas, y, quizá también desmarcarse en parte de Casado. Que todavía no haya salido a analizar los resultados puede ser un gesto en este sentido, aunque ya se hace más que necesario escuchar su voz. Su principal objetivo debería ser movilizar al voto útil ante la constatación de que Abascal es el «culpable» de la victoria de Pedro Sánchez. Pero no debería olvidarse de que Igea, quiere, y así lo ha dicho en repetidas ocasiones, pactar a toda costa con el PSCL para romper la tendencia de años del PP en esta tierra. Por lo tanto, no sería un ataque a Cs, sino más directamente a Igea. Tudanca lo tiene más fácil. La movilización de la izquierda ha permitido visualizar que se puede conseguir el sueño y romper con la resignación, aunque tiene que motivar mucho para que la participación sea similar a la del domingo. Pablo Fernández, por su parte, sabe que la marca Podemos no tira, pero su trabajo y perfil pueden seguir sumando. Seguro que ahora se arrepiente de no haber formado un partido propio como algunos le recomendaron en su momento.

De España http://bit.ly/2VuM1Hr

0 comentarios:

Publicar un comentario