martes, 30 de abril de 2019

Tottenham-Ajax: Una sorpresa anunciada para la final

Tan improbable resultaba hace unos meses vaticinar los protagonistas de esta semifinal de la Champions como lo es hoy aventurar un favorito. Algo parecido a aquel Oporto-Deportivo de 2004, seguramente el precedente más cercano. Tottenham y Ajax, Ajax y Tottenham –no está de más repertirlo porque aún parece inverosímil–, se enfrentan hoy en el primer acto de una batalla feroz, inocente y preciosa. Feroz porque son dos de los equipos más bravos de esta edición, a pecho descubierto en plazas de las que acongojan al más pintado: Bernabéu, Juventus Stadium, Camp Nou o el Etihad donde habita Guardiola. Inocente por motivos demasiado obvios: jugadores como De Ligt, Van de Beek o De Jong están a un tris de que les pidan el DNI a la entrada del nuevo White Hart Lane, mientras que gente como Winks (quien finalmente será baja hasta final de temporada) o Alli están un poco más crecidos, aunque su experiencia en noches como esta viene a ser parecida. Y preciosa, los motivos son obvios, porque el fútbol es fútbol gracias a duelos como éste, plagados de filias y con apenas alguna fobia. Se presenta así una eliminatoria de escenarios concretos en un lado, el del Ajax, e inciertos en el Tottenham por las bajas y el perfil camaleónico de su técnico, Pochettino. Ausentes las dos grandes bazas ofensivas del equipo inglés, Kane y un Son enrachado y sin techo a la vista, el ataque de mínimos de los Spurs está llamado a marcar el sino del cruce. Lo más normal sería ver a Llorente acompañando a Lucas Moura. Las dudas crecen cuando se mire al medio campo, donde el rombo con el que los londinenses asfixiaron durante algunos tramos al Manchester City parece lo lógico si no fuera porque el Ajax invita a considerar cambios. La eliminatoria ante la Juventus evidenció, entre bastantes cosas más, que presionar a los de Ten Hag no es un negocio rentable. La clave de todo esto se llama Frenkie de Jong y los 75 millones que le ha costado al Barcelona parecen, a cada toque de pelota que da, una cifra más chistosa. La clave pudo darla Mourinho hace un par de años cuando, en la final de la Europa League que ganó con el Manchester United, decidió ordenar a los «red devils» en su campo para, una vez recuperada la pelota, lanzar rápidamente a sus puntas en largo. Evitó así cualquier conato de presión del Ajax, condenado a buscar la pelota en su propio campo, así como regalar espacio para progresar a los De Jong y compañía cuando la pelota estaba a su abrigo. Esta noche, el dibujo de tres centrales practicado ya durante las últimas campañas por los discípulos de Pochettino podría ser una baza a tener en cuenta en el bando inglés, más aún con una delantera donde imaginar a Llorente recibiendo juego directo y descargando sobre un tipo escurridizo como Moura emerge como una de las pocas pautas a seguir por el inopinado dúo en punta. Por más alternativas que tenga un tipo tan flexible como Pochettino, está por ver que le llegue para reducir a una de las conjunciones de talento y descaro más sugerente que se recuerdan. Los Ziyech, Van de Beek, Neres o Tadic, junto al dominante De Ligt que comanda las operaciones desde una retaguardia en la que se presumen puntos flacos a explotar, propondrán retos que ya dejaron en pañales a Real Madrid y Juventus, incapaz también el Bayern de ganar ninguno de los dos partidos que lo enfrentaron al cuadro holandés en la fase de grupos. Y si el aficionado inglés necesita ponerse optimista, que recuerde que el Ajax no pudo ganar el partido de ida ni en octavos ni en cuartos de final. Sí lo hizo en la vuelta, pero allí podrá jugar Son y, si hay suerte, un Kane que está para cualquier cosa. Es, además, el primer momento en el que no se espera del Ajax que caiga: ya hay una expectativa en torno al equipo, y está por ver cómo manejan ese peso sobre sus hombros. El fútbol se entiende gracias a duelos como éste.

De Deportes http://bit.ly/2XT667B

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