El Madrid ata en corto a Vinicius

Sus fintas y sus bicicletas que rompieron los costados de Darmian levantaron a los espectadores de sus asientos en el Hard Rock de Miami. Vinicius Júnior puede ser una gran figura del fútbol si no se lo cree. Si se cuida pra serlo. Y si no cae en los peligros que le acecharán por el mero hecho de ser profesional del Real Madrid desde hace un año, cuando tenía 17. Lopetegui le mima, dirige a una joya que debe madurar. El brasileño cumplió la mayoría de edad el 12 de agosto y tres días más tarde aterrizó en la capital de España con este mensaje: «Ya es hora de demostrar lo que soy ante el mundo, quiero triunfar en el Real Madrid». Así le gustan al entrenador. Los consejeros del muchachos le advierten para que se centre en el fútbol y no entre en las tentaciones de los agasajos y las invitaciones; «la verdad es que Vinicius tiene muy claro lo que quiere y responde muy bien» Llegaba vivito y coleando después de sufrir una indignante entrada de Felipe Melo a la altura de la rodilla en el derbi entre su Flamengo y el Palmeiras. Los técnicos del club blanco que presenciaban el partido en directo se temieron lo peor. Era una acción violenta de tarjeta roja, que pudo dejar cojo al madridista, cedido al Flamengo durante un año. El árbitro no mostró a Melo ni un amonestación. Y los futbolistas de ambos clubes se enzarzaron en una pelea constante que acabó con seis expulsados. «Hay que sacar ya a Vinicius de allí, las entradas que sufre son criminales», manifestaba un hombre importante de la entidad madridista. Por fin lo sacaron de «allí» y llegó a España. Ahora hay que vigilar a este diamante para pulirlo en su fútbol y protegerlo en todos los órdenes. El club le cuida para que su trayectoria hacia el estrellato no se tuerza. Desde el año pasado, cuando firmó su contrato por el Real Madrid, varios hombres de la casa blanca le ayudan en esta travesía. Le han aleccionado de la importancia que significa militar en el Real Madrid y de la oportunidad única que tiene de triunfar. Por eso ahora, a sus 18 años, le aconsejan bien ante los peligros que pueden rodear su fama. El club controla sus ganancias. Vinicius es el primero que lo pide. Por primera vez en su carrera tiene un salario de siete cifras y eso puede hacer perder la cabeza a un chaval. En su vida había visto un millón de euros en su cuenta bancaria. La entidad vigila su vida para que mantenga una línea recta y triunfe, porque al olor del dinero y de la fama se acercan muchos secuaces, muchos peligros, que pueden destrozar su trayectoria. Los hombres del Real Madrid que le apoyan desde que firmó hace un año por el club español le advierten que tiene todas virtudes para ser una estrella y todo se puede acabar si el muchacho se lo cree o deja de pensar en el fútbol como la prioridad de su vida. Sucedió con Robinho. Pasó con Jesé. Lopetegui está encantado con él Ahora se encuentra concentrado con la plantilla en Miami. Los consejeros de la entidad trabajan especialmente con él cuando realiza la vida normal. Le han avisado desde que vivía en Brasil. «Aún no has conseguido nada, estás en el comienzo de tu carrera, pero tienes la oportunidad de ser un gran futbolista en el Real Madrid. Aprovéchala. Este tren solo pasa una vez y solo llega a muy pocos jugadores, eres un elegido, demuéstralo». Hay que hablar claro. Al chico le han advertido que tenga cuidado con los agasajos, con las invitaciones, con la noche, con las chicas. Todo esas realidades rodean a un jugador por pertenecer al Real Madrid. «Y desaparecen en cuanto no eres del Real Madrid», le han explicado con suma claridad. El chico, la verdad, responde muy bien a los consejos. Lopetegui está encantado con él. Le gusta su enorme calidad, su talento, su magia, su regate, su velocidad, su potencia, y su misión es moldearla para convertirla en práctica para el fútbol del Real Madrid. Julen es otro apoyo fundamental para el muchacho. «Me dijeron que al profesor le gustan los jugadores jóvenes, formarlos, ayudarlos y es verdad, se nota», reflexionaba Vinicius hace unos días. El chaval llama al entrenador «profesor», una palabra que demuestra respeto. «Eso es bueno», señalaba un ayudante del cuerpo técnico. «Denota que sabe que tiene mucho que aprender». El Real Madrid repetirá esta misma política de actuación con Rodrygo Goes cuando se incorpore la próxima temporada, al cumplir los 18 años. Es otra estrella brasileña en ciernes y las dos no pueden quedarse en el camino.

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