viernes, 31 de agosto de 2018

Megáfonos para que los vecinos «no se desvíen» de la secesión

Son las ocho de la tarde en la plaza Mayor de Vic (Barcelona) y, como sucede desde hace días, retumban los megáfonos instalados en el Ayuntamiento con una llamada adoctrinadora a los vecinos de la localidad para que mantengan encendida la llama secesionista. «No nos desviemos de nuestro objetivo: la independencia de Cataluña», clama la voz que, como si de una llamada a la oración de un muecín se tratase, se cuela por las calles del casco antiguo de la localidad. La consigna que resuena desde el Consistorio que gobierna el PDEcat también tiene un recuerdo para los líderes independentistas encarcelados por el «procés». «No normalicemos la situación de excepcionalidad y de urgencia nacional. Recordemos cada día que todavía hay presos políticos y exiliados». Cada día suena un repique de campanas y, de manera puntual, esta inquietante grabación a través de los altavoces que, según han explicado a ABC fuentes municipales, «ha sido consensuada por el Ayuntamiento con la Assemblea Nacional Catalana, Òmnium y los CDR». El «tsunami» secesionista La llamada por el megáfono a no flaquear en las aspiraciones secesionistas cogió por sorpresa a muchos empleados de los comercios del centro histórico de Vic. Sandra, dependienta de una tienda de moda ubicada muy próximas al Ayuntamiento, explicaba a este diario que, de repente, oyó «como las campanas sonaban diferente». «Me asusté. Pensé que era una emergencia. ¿Qué es esto? dije. ¿Hay un tsunami?», comenta la joven en tono jocoso en una conversación con este diario. La dependienta de un céntrico establecimiento de moda también quedó sorprendida, cuando, tras llegar de vacaciones, oyó el repique y la voz adoctrinadora. Pero no le prestó demasiada atención. «No sabría decirle el contenido. Solo sé que habla de los presos políticos -así consideran los independentistas a los líderes encarcelados-. Me pilló totalmente por sorpresa», explicaba la trabajadora. Un nuevo despropósito Vic, capital de la comarca de Osona, es la capital del secesionismo de la Cataluña interior. Allí donde los constitucionalistas se sienten fuera de lugar. No es la primera polémica que se desata en la localidad a cuenta de las obsesiones independentistas. Por ejemplo, en la cabalgata de reyes de 2017, la ANC, aprovechando que TV3 la emitía en directo, repartió unos «farolillos» con motivos independentistas para «guiar» a los Reyes Magos de Oriente en su paseo por la localidad. Más recientemente, la misma plaza Mayor desde donde ahora a través del megáfono se realizan las proclamas independentistas, apareció totalmente cubierta de cruces amarillas en solidaridad con los líderes encarcelados. Esta iniciativa, de dudoso gusto, fue respondida por un conductor que irrumpió en la plaza derribando varias de ellas con su coche.

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