
Juan Manuel Valladares, investigador sobre la historia judía en las islas Canarias e integrante de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife, afirma que «dar un paseo» por las calles de San Cristóbal de La Laguna, en Tenerife, «siempre es una fuente de inspiración sobre la presencia hebrea en Canarias no solamente humana, sino arquitectónica a través del estudio de las casas que en esa ciudad«. A modo de ejemplo, detalla que una de ellas es la denominada «Casa de los Capitanes» de La Laguna. En la fachada se señala; Alvarado-Bracamonte. Actualmente una oficina de turismo. Con anterioridad, sede de la Capitanía General del Ejército de Tierra en Canarias. A juicio de Valladares, se puede considerar que La Laguna fue una «ciudad hebrea», de acuerdo con los que los propios religiosos sostenían tras la Conquista. «Siempre he pensado que San Cristóbal de La Laguna, adjetivada por más de un canónigo en 1649, como ciudad hebrea, se ganó el titulo sobradamente». Valladares afirma que Diego Alvarado y Bracamonte, «aunque obviando el apellido Crespo» es de origen judío y fue gobernador de Tenerife desde 1624 a 1631. «En su sucesión y herencia la casa es reformada por su hijo, Diego Alvarado Bracamonte y Vergara. Y es esta sucesión de apellidos, Bracamonte, Crespo y Vergara, lo que llama la atención», destaca el experto en «eSefarad» Bracamonte Apunta que el apellido llega a España de la mano de Rubín de Braquemont, «conocido como almirante de Francia», embajador en el Reino de Castilla, que se casó con Inés de Mendoza. «Y es a partir de su presencia decisiva en la evolución de los Trastámara que entronizasen a Fernando el Católico, de la familia judía Enríquez, cuando podemos seguir su huella en España». Agrega que «nombrar a la familia judía de los Enríquez es volver a recordar que Rubín de Braquemont está casado con una hermana del muy influyente almirante de Castilla, Alonso Enríquez. Y es tan grande su influencia en la corte que obtiene del agradecido rey de Castilla el privilegio de permitir a su sobrino Juan de Bethencourt, la conquista de Canarias. Juan solo lo pudo realizar de forma parcial, pero abrió la puerta a nuevas expediciones». 1512 Valladares, uno de los mayores expertos en las islas sobre la influencia de judíos conversos, añade que Rubín fue objeto de una extensa bibliografía por Alejandro Cioranescu, Leopoldo de la Rosa Olivera y Manuel Foronda. «Foronda da una visión, muy escueta pero seria, sobre la conocida en Ávila como capilla de Mosén Rubín de Bracamonte, gentilicio que deviene del original Braquemont, al ser castellanizado», destaca Valladares. La fundación de esta capilla «en nada sugiere haber sido usada ni como tumba ni como lugar de oración» por Rubín de Bracamonte. Pero si es así, «¿qué interés tiene su patrona y fundadora María de Herrera, en que sea su albacea testamentario y cuidador de esta capilla, Diego de Bracamonte?», se pregunta. Se trata del periodo ubicado en 1512. En el escrito de fundación de María de Herrera, recuerda Juan Manuel Valladares, tiene presencia la hija del converso Diego Martínez de Herrera, figuran además Bernardino de Deza y Pedro Pérez Bachicao, criado de Isabel Pacheco. «Es cuando menos ilustrativo la presencia de familias judeo conversas que aparecen en estos documentos de fundación Herrera, Bachicao, Pacheco acaben siempre con representantes en Canarias». Casco antiguo de La Laguna, Tenerife - ABC Vergara «No podemos por falta de conocimiento profundizar en el apellido Crespo, pero llama la atención que ya figure en los procesos inquisitoriales la persona de Juan Hernández Crespo, acusado de celebrar el Yom Kipur en las islas», indica el investigador. Sobre el apellido Vergara, destaca que lo ostentaba María de Vergara, cónyuge de Diego Alvarado Bracamonte y Crespo. «Los Vergara vinieron a la conquista de Tenerife de la mano de Pedro de Vergara, reconocido judeoconverso, que tuvo en la conquista una presencia decisiva. Porque el apellido cierto de María procede del matrimonio de Bartolomé López, que casa con Catalina de Vergara. Su hijo Bartolomé López de Vergara será el abuelo de María de Vergara. Y cuando llega a Tenerife Diego Alvarado de Bracamonte y Crespo, casa con María de Vergara», asegura Valladares. De esta forma, se llega a Diego Alvarado-Bracamonte y Crespo, «que promueve y disfruta de la construcción de la casa Alvarado Bracamonte». Toponimia en Teror Juan Manuel Valladares sostiene que, además de Anaga, en Tenerife, o Lepe, en La Gomera, en Gran Canaria, existe la finca de Ossorio, en Teror, con nombre de origen judío. Con este detalle pretende poner de relieve la influencia judía en la Conquista de las islas. Los conquistadores repartieron la isla entre sus más eficvientes exploradores. El apellido Ossorio surge en la isla por un funcionario que vino por la presencia de Pedro de Vera. Así, hay un García de Ossorio que se casó con Beatriz Vergara de Carvajal. Era un conquistador ubicado en el norte de Tenerife y relacionado con los genoveses de apellido Ponte. García Ossorio era converso. En el «Gran Libro de Provisiones y Reales Cédulas», transcrito en 1947, aparece con toda claridad la persona de García Ossorio como regidor de esta isla. Y propietario de una finca en Teror el 23 de marzo de 1549. En un documento de 15 de octubre de 1551 se aclara que García Ossorio es un escribano público procedente de Ocaña. .
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