miércoles, 8 de mayo de 2024

El Barça se desmorona y el Olympiacos se las verá con el Real Madrid en las semifinales

PESTAÑA barcelona-olympiacos-p5-cuartos-euroliga-23/24 Crónica 4 Poco se le pudo reprochar al Barcelona, que firmó una de las actuaciones más serias de la temporada, espléndido en defensa y con mucho corazón. Aguantaron los azulgranas el físico juego del Olympiacos , las faltas y sus propios males, pero en el momento culmen de la eliminatoria, se quedaron sin gasolina. Poco importó que Abrines y Rubio se lo dejasen todo cuando el barco se iba a pique, ni que el Palau estuviese de diez. Los griegos esperaron con mucha paciencia y McKissic y Milutinov ejecutaron a un enemigo que ya estaba de rodillas en el último cuarto. Se desvanece el Barça y serán los griegos los que se enfrentarán al Madrid en las semifinales de Berlín. Fue increíble la presencia física de ambos equipos en los primeros minutos, una batalla campal en la que Vesely era un rey inmisericorde. Todo eran manos largas, empujones y miradas desafiantes en un Palau que, pese a solo tener 7.000 asientos, en noches como esta no tiene nada que envidiar a El Pireo o a Belgrado. El Barça era muy pasional, férreo en defensa y el Olympiacos tardó casi cinco minutos en sumar sus primeros puntos. Además, Laprovittola pulsó el detonador y lanzó el primer puñetazo de la noche tras anotar dos triples consecutivos. La presentación azulgrana fue sublime. Ricky era un pulpo, se llevaba todo lo que estaba al alcance de sus extremidades e involucraba muy bien a Hernangómez , que se imponía a Milutinov bajo el aro. El base, rabioso como nunca, fue capaz de firmar tres robos de balón solo en el primer cuarto. Su empuje no gustó a los griegos, las faltas eran cada vez más fuertes y la grada entró en combustión. Pero la alta tensión sentaba de maravilla a los jugadores locales, que luchaban cada balón como el último que fuesen a tocar en sus vidas. Aunque Bartzokas estaba desesperado, sus pupilos nunca llegaban a descolgarse en el marcador, siempre amenazaban con reincorporarse al duelo. Y cada vez que asomaban el hocico, aparecía Laprovittola para poner orden con alguna de sus genialidades. Sin embargo, lo más preocupante para el Barça era que, pese a que su baloncesto estaba siendo excelso, no podía abrir brecha en el marcador. Al descanso, solo mandaba de dos. A pesar del daño anímico, los helenos estaban muy enteros, con un Canaan cada vez más motivado. Había miedo, pues este Barça es especialista en diluirse ante la adversidad, aunque los chicos de Grimau eligieron un gran día para aguantar ante la tempestad. Vesely hizo un mate, Laprovittola una de sus plásticas bandejas y Abrines , con un meritorio triple, dio algo de oxígeno a los azulgranas. Canastas fundamentales porque el Olympiacos estaba crecido, cada vez más capaz de llegar hasta el aro azulgrana con facilidad. Las defensas eran de leyenda, cada punto le valía una cicatriz al autor, pero el tándem Rubio-Hernangómez mantenía a flote al Barcelona. Además, una falta antideportiva de Petrusev a Laprovittola, clarísima, permitió a los azulgranas colocarse con una ventaja de cinco puntos. Pero nadie se rendía, siempre aparecía un superhéroe para hacer soñar a sus camaradas con la victoria. Los griegos se beneficiaban del bonus, tiros libres bien recibidos, y a los azulgranas, poco a poco, se les iba notando el cansancio. Y entonces, llegó el puñetazo de vuelta. A falta de cinco minutos para el final, el Olympiacos consiguió su primer liderato de la noche gracias a un magnífico triple de McKissic . Parecía tocado el Barça, sin fuerzas en las piernas, pero ahí estaba un sobresaliente Abrines , capaz de defender al astro rival y de a continuación anotar una canasta impresionante en penetración. Junto al alero, un Rubio incombustible en defensa mantenía la esperanza local. La grada del Palau estaba de diez, era consciente del delicado momento que pasaba su equipo. Pero McKissic, con cinco puntos consecutivos, dejó noqueados a los azulgranas. Papanikolaou sumó otros tres y puso a los griegos ocho por encima. El Barça necesitaba un milagro, pero no tenía fuerzas para ello. Laprovittola perdió el balón en el peor de los momentos y un fallo defensivo permitió la canasta sin oposición de Milutinov. El Barça claudicó, el Olympiacos va a la Final Four.

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