martes, 6 de febrero de 2024

La denunciante de Alves: «No quiero dinero, quiero justicia»

No quería denunciar. Lo explicaron, primero, su prima y su amiga . Después, los responsables de la discoteca Sutton y también los Mossos d'Esquadra que la atendieron. Fue a uno de los agentes a quien la joven que, finalmente, sí denunció a Dani Alves por agresión sexual , a quien aquella misma madrugada, la de la violación, le dijo: « No quiero dinero, quiero justicia» . El funcionario, de paisano, se desplazó hasta el local de la calle Tuset de Barcelona después de que la víctima accediese, con la insistencia de sus dos acompañantes y del jefe de la sala, a alertar a la Policía. Éste último la vio llorando, junto a un portero y las otras dos jóvenes. Se acercó para ver qué ocurría y ella le contó que la habían forzado, tras acceder, de forma «voluntaria», a los lavabos de un reservado. No fue hasta que el brasileño hubo abandonado el espacio cuando le dijo que había sido él. Su mayor temor: « Nadie me va a creer » o «van a pensar que busco dinero». Se lo trasladó a todos los que hablaron con ella para tratar de convencerla de que no se marchase a casa, que era lo que quería hacer. «Estaba en 'shock', no paraba de llorar», lo recuerdan así tanto empleados de la discoteca, como los propios mossos. Aquella madrugada, la del 30 al 31 de diciembre de 2022, una ambulancia la trasladó al Hospital Clínic, donde la atendieron. Al día siguiente, agentes del Cuerpo catalán acudieron de nuevo a la discoteca para recabar indicios. Entre ellos, huella de ambos en el reseñado lavabo. También restos de ADN. Se activó entonces la Unidad Central de Agresiones Sexuales (UCAS), que se hizo cargo del caso. Su máxima responsable ha detallado este martes, durante la segunda sesión del juicio al brasileño, que su mayor miedo era «que saliese su nombre, que se supiese su identidad y que no la iban a creer», sobre todo, por quien era el agresor: un personaje conocido. Noticia Relacionada estandar No Alves pide anular su juicio por violación por vulneración de derechos Elena Burés La defensa del brasileño reprocha el juicio paralelo y las «filtraciones» así como una investigación «a sus espaldas» A pesar de que, ha apuntado el mando, no pensaba denunciar, «al final decidió hacerlo porque ya había salido en medios de comunicación», y es que ABC informó que los Mossos investigaban a Alves por la presunta agresión sexual el mismo 31 de diciembre. Fecha en la que el exlateral del Barça aseguró a este medio que había pasado por el local, pero «durante poco tiempo» y que allí «no pasó nada». Es más, preguntó cuál era la «queja» contra él. Tras la publicación de la noticia, su entorno indicó que « ya estaba tomando medidas contra esa información falsa », avanzada por este diario. A la par, en su primera declaración, la joven «tuvo un ataque de ansiedad» y «se derrumbó en varias ocasiones», según detalló otro policía ante el tribunal de la Sección 21 esta tarde. Tras lo ocurrido, se envió un oficio al juzgado, dado que el atestado se iba a demorar -«porque había que tomar declaración a testigos»-. Detención pactada En el documento se informó tanto «de la declaración de la víctima», como de quién era «la persona denunciada», y de que los Mossos iban a «continuar con la investigación». Aquella madrugada, uno de los agentes ya contactó con el máximo mando operativo en Barcelona para saber «cómo proceder», por «la relevancia pública del presunto autor». En los días posteriores, los investigadores contactaron con quien entonces era la abogada de Alves, Miraida Puente. «Se presentó en comisaría y quería tener la denuncia, tras ver en los medios lo que había pasado», ha relatado uno de los funcionarios. La posterior detención del brasileño , el 20 de enero de 2023 , «se habló antes». Es decir, se había pactado. Cuestionado el agente por qué se procedió de esa manera, indicó ante la sala: «Por órdenes superiores». Alves se enfrenta hasta a doce años de cárcel por violar a una joven de 23 años en una discoteca de Barcelona Fue en esa misma fecha cuando el Juzgado de Instrucción 15 de Barcelona ordenó su ingreso en prisión provisional - donde se encuentra desde entonces- por la agresión sexual . Todos sus recursos para salir en libertad a la espera de juicio fueron denegados, no solo por el «elevado riesgo de fuga», sino también porque las pruebas recabadas por los investigadores «permiten sostener la presunta comisión de un delito contra la libertad sexual», apuntaba uno de los autos de la Audiencia de Barcelona. Ahora, Alves se enfrenta a una pena de prisión de entre nueve -petición de la Fiscalía - y doce años -de la acusación particular-. Será este miércoles, durante la última sesión del juicio, cuando declarará. El futbolista alegará que las relaciones sexuales fueron consentidas , y que se encontraba bajo los efectos del alcohol, lo que supondría un atenuante en caso de una eventual condena. Dicho argumento -el de encontrarse ebrio- lo han apuntalado este martes los testigos de la defensa. Tres de los amigos con los que comió aquel día -sólo uno de ellos acudió con él a Sutton- e incluso su mujer, Joana Sanz , que ha asegurado que el exlateral del Barça volvió a casa «muy borracho» y «oliendo a alcohol».

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