El Athletic sorprende al Atlético y lo deja con la soga al cuello

PESTAÑA atletico-athletic-copa23/24 Crónica 4 Solo un pestañeo en el Metropolitano es necesario para caer en la cuenta de que es una noche realmente especial. No parece incordiar al mar de fieles el horrible tráfico de Madrid, ni la hora intempestiva para jugar un partido de fútbol un miércoles de febrero; el personal atlético tiene un brillo en los ojos distinto al de los días mundanos. No hay una butaca sin dueño a falta de un cuarto de hora para el inicio: la sabia afición del Atlético bien conoce que la semifinal de Copa del Rey, ese monstruo bicéfalo que morirá en San Mamés, ha empezado a jugarse bastante antes de que rodara por primera vez la pelota. Los sonidos que salen de las entrañas del estadio son voraces, pero no es simplemente ruido, es una orquesta salvaje y a la vez organizada que trata de emocionar a sus jugadores. Lo consigue de hecho: el Atlético olvida los temores del Bernabéu , donde entregó las llaves del partido a su eterno rival pese al buen resultado final, entierra la imagen rácana de hace una semana ante el Rayo en este mismo escenario, y revive el fútbol que tantos elogios le generó en los primeros meses de la aún joven temporada. Atlético de Madrid 0-1 Athletic Club Ida de las semifinales de la Copa del Rey Atlético de Madrid: Oblak; Molina (Llorente, min.58), Savic, Witsel, Reinildo (Hermoso, min.46), Lino (Riquelme, min.84); Barrios (Correa, min.73), Koke, De Paul; Griezmann y Memphis (Morata, min.58). Athletic Club: Agirrezabala; Lekue, Vivian, Paredes, Yuri; Galarreta, Prados (Herrera, min.61); Sancet (Unai Gómez, min.53), Berenguer (Vesga, min.85), Iñaki Williams (Yeray, min.85); y Guruzeta (Villalibre, min.53). Goles: 0-1, min.25: Berenguer (p). Árbitro: Hernández Hernández (C.Las Palmas). Amonestó con tarjeta amarilla a Reinildo (min.23) y De Paul (min.83) en el Atlético de Madrid, y a Prados (min.37), Vivian (min.45+2), Unai Gómez (min.71) y Galarreta (min.90+6) en el Athletic Club. Es al fin valiente el equipo de Diego Pablo Simeone, empuja al Athletic sobre la meta de Agirrezabala y encuentra en el binomio Lino-Barrios la mejor vía para acercarse al 1-0. El brasileño es la definición de extremo eléctrico; aglutina rivales, soba la bola como ningún compañero suyo hace, es capaz de regatear a su par cuando este ya ha decidido meter la pierna y, claro, genera un espacio maravilloso en el espacio opuesto a su rango de acción. De hecho, así nace la primera ocasión del duelo, con un cambio de orientación del carrilero diestro a Griezmann, aunque el cuerpo de Paredes destroza el disparo del francés. El Athletic, entretanto, recibe los golpes de su rival sin derramar una gota de sangre. Llega mucho el Atlético, circula rápido gracias a la inteligencia de Koke y Barrios, pero el área vizcaína no sufre desperfectos; el estado físico y anímico de la pareja de centrales, Vivian y Paredes , es tan alto que ni una duda asalta sus pensamientos. Igualmente, no solo el prisma defensivo protagoniza el desempeño de los de Valverde, porque tanto Ruiz de Galarreta como Beñat Prados, aunque de forma esporádica, dan sentido a las carreras de Berenguer e Iñaki Williams. La calma bilbaína, en un día que podrían tirar por la borda sus sueños coperos, es de equipo grande . Aunque una inconsciencia de Reinildo refuerza aún más su confianza. Porque unos instantes después de casi perder la posesión del balón el en área pequeña ante una pesada presión de Iñaki, el defensa mozambiqueño atropella a Prados dentro del área local. El penalti es tan claro que el árbitro no recibe una sola protesta. Apenas es el minuto 25 de juego cuando Berenguer engaña a Oblak y encuentra la red en la esquina derecha del marco atlético. Es más, el propio Berenguer acaricia el segundo gol vasco en la orilla del descanso, pero, esta vez sí, el portero esloveno consigue repeler el violento golpeo del pletórico extremo pamplonica. Noticia Relacionada Fútbol estandar No La amenaza de Enrique Cerezo al Athletic por el horario del duelo copero: «Arrieros somos y en el camino nos veremos» Azucena Pérez No escatima en esfuerzos, busca el empate con tesón, pero salvo un disparo cruzado de más Lino o un escorado mano a mano que Agirrezabala arrebata a Griezmann, el Atlético crea peligro con cuentagotas (en esta sequía es culpable el propio delantero galo, decaído tras demasiadas imprecisiones). Si alguien se acerca al segundo gol del partido, ese es el Athletic. De hecho, es incomprensible la ocasión errada por el barbudo Villalibre tras un rechazo de Oblak a un dulce y sutil tiro de Unai Gómez. Ni el ímpetu de Morata y su penalti provocado a Yeray cambian nada porque el VAR , esta vez con frialdad y sentido, ve un fuera de juego que nadie en el estadio presenció. Es, sin embargo, el club vasco quien vence por vez primera en el Metropolitano y quien deja al Atlético con la soga al cuello en la Copa.

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